lunes, 21 de abril de 2003

RUIDO DE CORNETA

Ya pasó el último cura por la pantalla de la “pública” televisión española así que se puede dar por concluida la interminable semana de procesiones. Una semana encorsetada entre dos paradojas: Comienza un 14 de abril, día del sueño de una España laica, ilusión asesinada por las hordas de la cruz y la espada. Setenta y dos años después se sigue mezclando a dios con los presupuestos del estado y se le invoca para que  ayude en la tarea de democratizar al mundo matando a quién por allí circule. Se clausura con la resurrección de las hostilidades sobre unos individuos que decidieron celebrar la noche de San Juan en la playa. No pudieron. El bullicio de esa fiesta era execrable mientras los decibelios de las cornetas de las cofradías no enturbian la paz de nuestras noches. Los ruidos son iguales pero unos más iguales que otros.
Los únicos que no se han enterado del fin de la semana santa son nuestros políticos. Los del PP procuran cubrir su rostro ultramontano luciendo un capirote centrista para evitar el flagelo electoral, mientras, los del PSOE salen en procesión por Valladolid y exaltan a la talla de la santa cofradía del paso atrás, Felipe González.