sábado, 12 de noviembre de 2016

OBITUVARIOS

Si el argumento lo hubiese escrito Francisco Nieva no sabríamos en qué categoría -entre las que el propio autor dividió sus trabajos- encuadrar la obra. Podríamos pensar en catalogarla como ‘Teatro furioso’ por aquello del arranque del rival; pero dado que apenas hubo rapidez, ni sorpresa, ni pudimos encontrar un ápice de sátira o ironía, este estante queda descartado. Lo intentamos en el vasar del ‘Teatro de farsa y calamidad’ por aquello del resultado; pero no encontramos ninguna trama compleja, ni un poco de intriga, ni hubo personajes que vistiesen la capa del héroe romántico. El partido careció de sustancia suficiente para que el dramaturgo castellano-manchego la hubiera subido a las tablas.