lunes, 29 de enero de 2018

MÁS ABURRIDO QUE UN MONO EN UN BONSÁI

Imagen "El Norte de Castilla"
En los oficios relacionados con el manejo de las palabras ocurre que a veces un profesional se atasca, no encuentra la palabra precisa, no atina con la imagen adecuada. No cuesta imaginar al poeta, pluma en la mano derecha mientras con la izquierda se rasca la cabeza, desesperado. Pese a ser un experto muñidor de palabras, entendemos que hoy no es su día. La caprichosa inspiración ha decidido no presentarse y, así,  el papel se va llenando de tachones que ocultan versos fallidos. En paralelo, casi sin saber cómo, a buen seguro sin pretenderlo, personas profanas a estas artes reciben la inesperada visita de alguna musa y, en medio de cualquier conversación, se les cae una maravillosa metáfora; dibujan, sin darse importancia, una imagen perfecta.