lunes, 21 de diciembre de 2015

SABIOS APLAUSOS

Todo a nuestro alrededor conspira contra el intento de ser un poco felices. Empezando desde dentro, algo existe en el interior del ser humano que impide que se acomode la realidad con los deseos. Siempre parece que falta un algo que enturbia todo lo demás. Un algo que,como una mancha en la ropa, puede ser poca cosa pero suficiente para decir y que te digan que la camisa (toda) está manchada. Desde fuera ayudan con frenesí a estimular esa sensación de que algo falta. Vivimos en una sociedad cuyo modelo económico necesita la infelicidad para su desarrollo. Un sistema que, en apariencia, alienta la búsqueda de la felicidad, pero que, a la par, la evita. Nos dice dónde está y, cuando llegamos a ese punto, vuelve a hablar para indicar que nos falta alguna cosa, que el objetivo se encuentra un poco más adelante. Se necesita entonces exacerbar el sentimiento de carencia, añadir nuevos estímulos, de lo contrario, el sistema se colapsaría.