lunes, 3 de septiembre de 2012

Llegado de otro tiempo

Unos huevos de codorniz, mejor dicho, la falta de ellos, tuvieron la culpa. El Conde Godofredo de Miramonte, fuera de su ser tras tomar un brebaje ofrecido por una bruja, había asesinado a quien pocas horas después tenía previsto convertir en su suegro. Asustado, Godofredo se encomienda al mago Eusebius quien le propone enmendar el hecho regresando al pasado. Le ofrece una poción que el Conde no duda en tomar. Pero el mago olvidó añadir el último ingrediente, los huevos, y el viaje de Godofredo junto a su escudero toma un sentido inverso al previsto lo que les lleva a aterrizar en 1992. Esta situación de partida le sirvió a Jean-Marie Poiré para idear su película ‘Los Visitantes’. En ella, a través de una serie de situaciones hilarantes que parten del enfrentamiento entre la concepción medieval del mundo de los protagonistas y la de nuestros contemporáneos, vemos continuas apelaciones al sentido común. Un sentido común que opera de forma diversa porque son diversas las experiencias de cada uno de ellos.