jueves, 30 de noviembre de 2017

TAN DISTINTOS, TAN IGUALES

Imagen tomada de elcorreo.com
Miro. En una plaza que puede ser cualquiera de cualquier ciudad, tres chavales, dos chicos y una chica, se encuentran sentados en un banco. Sus culos reposan sobre la parte alta del respaldo; los pies, en la zona destinada a los culos; sus torsos, levemente inclinados hacia adelante; las piernas, juntas y la mirada, como abstraída, dirigida a sus manos con las que sostienen un móvil. Detrás, un bar, uno de los bares de los que conocen la contraseña para acceder al wifi.
El mundo, todo su mundo, parece, eso creemos, que se esconde debajo de esa pantalla. Parece, eso pensamos, que cada cual está a lo suyo como si fueran tres entes aislados. De vez en cuando, sin embargo, alguno levanta la cabeza, sonríe e, inmediatamente, el resto ‘complicea’ sonriendo. Al rato, otro miembro del grupo se gira hacia los otros dos, toca la pantalla del móvil y les muestra el descubrimiento.

domingo, 26 de noviembre de 2017

LA UNIDAD COMO AMULETO

Olivas y Borja pugnan entre ellos por un balón. El uno quiere despejar; el otro, jugar la pelota


La evolución en el uso de algunas palabras las ha ido confiriendo el valor de fetiches. Quienes las utilizan desde algún ambón, conscientes del poder magnético, amedrentador, que acarrea la pronunciación de esos términos  cuasi religiosos, pretenden llevar el agua a su molino. En su pronunciación los tribunos esconden su artera voluntad de arrastrar hacia sí –sus intereses– la población a la que se dirigen. De esta manera, los vocablos referidos pierden su fértil territorio para convertirse en losas que inmovilizan el pensamiento. Para ejecutar este vaciado, aquellos toman un término cargado de connotaciones positivas, se lo apropian y lo revuelven hasta que, pronunciado, juegue a su favor.

jueves, 23 de noviembre de 2017

BOINA SOBRE LA CIUDAD

No puedo dar una opinión de primera mano porque hace mucho que no subo a un avión, pero, si hago caso a lo que me cuentan, a Madrid, desde arriba, no se le ve. Resulta que la capital del reino aparece coronada por un gran bonete negro que le cubre toda la cabeza. En esto ha debido consistir el progreso, en el abandono progresivo de las boinas individuales para instalarse debajo de grandes chapelas colectivas. En menor o mayor medida, este manto de mierda recubre todas las grandes ciudades. Pero no nos engañemos, esa contaminación visible no es el mal, sino el síntoma de la enfermedad provocada por nuestra forma de producir y consumir. Un modelo que es inexorablemente centrípeto, requiere la concentración humana en núcleos de población inabarcables para producir más barato, a la par que conlleva la dilapidación de unos recursos energéticos y naturales de los que ya se vislumbra su fin.

lunes, 20 de noviembre de 2017

COMO SI FUERA EL ÚLTIMO

Foto: El Norte de Castilla
Que la vida es ‘mu’ perra es algo que viene sabido de antiguo. Para que no queden dudas de a dónde llegamos, la vida empieza a ponerse dura desde el justo momento en que nuestras cabezas asoman a la luz. El propio parto es en sí mismo un momento traumático tanto para el neonato como para la mujer que cometió la osadía de convertirse en madre. Lo es de forma evidente cuando llegan, es ley, esos navajazos que de forma paulatina e inexorable nos van ajando el corazón. Cuando de las heridas aún mana sangre nos lo repetimos -la vida es perra, la vida es perra- como si fuera un mantra con la intención de tamizar el dolor. Lo es, también, aunque no sea tan patente, en ese día a día que nos va atormentando con sus dudas, con sus miedos, con la necesidad constante de pelear en pos de una supervivencia que nunca termina de estar garantizada.  No sé si es porque no sabemos, no podemos o no queremos hacerlo de otra manera; el caso es que vivimos como si siempre faltase una pieza para completar el puzle que nos permitiría evitar el desasosiego. Parece que siempre tenemos pendiente en la cartera un montón de cosas por hacer para poder, llegado el caso, hacer lo que uno quiere. Buena parte de estos demonios serían, si todo fuera racional, perfectamente evitables; otros, los producidos por aquellas fatigas relacionadas con la manera de conseguir llevarse un chusco de pan a la boca, directamente no. Poder saborear ese bocado cuesta, en muchos casos, litros de sudor. Pero es imprescindible. Lo placentero se convierte en real porque una parte menos agradable, más perra, los sustenta. En realidad es así con todo: de una ciudad valoramos lo hermosa que luce sin percatarnos de que ese encanto sería imposible si no escondiese bajo su suelo una feísima y eficaz red de alcantarillado. Los alcaldes lo saben y por ello se afanan en inaugurar plazas.  
La cultura generada por ‘Estudio Estadio’, aquel primer programa que resumía los partidos de fútbol en un par de minutos, mostraba el fútbol de una manera irreal, enseñaba solo la consecuencia omitiendo la dureza del minuto a minuto en que el balón es escurridizo. Los profesionales sí que son conscientes de ello y por eso llegaron a profesionales. Óscar Plano y Mossa pelean por un balón como si fuera el último, luchan por cada centímetro de terreno. Tanto, que si quitásemos el balón de la imagen, podríamos pensar que simplemente estaban peleando. Las manos, los codos, cualquier parte del cuerpo, legal o ilegal, es susceptible de convertirse en instrumento útil para la contienda. Este momento no saldrá en ningún resumen, lo saben, pero sin esa lucha no habría ni partido. Los resúmenes televisivos de partidos de fútbol tienen ese componente antipedagógico: deforman la realidad sustrayendo lo feo, lo perro, mostrando solo los días de fiesta. Los regatitos, los taconcitos, incluso los goles, como el lomo en aceite, la longaniza o los langostinos, son una parte muy pequeña de la realidad. La vida es pelear por cada balón.  Así de perra.

Publicado en "El Norte de Castilla" el 19-11-2017

jueves, 16 de noviembre de 2017

PALABRAS QUE SON MÁS QUE PALABRAS

Imagen tomada de www.zendalibros.com
Los estudiosos de la hermenéutica tienen la difícil tarea de extraer de los textos la información no escrita. Su labor consiste en bucear entre las palabras para encontrar algún tipo de mensaje que ni los autores de los pasajes que investigan tuvieron presente cuando los escribieron. Para realizar este ejercicio de interpretación, el receptor del texto se introduce en la piel del emisor tratando de, por ejemplo, conocer el contexto o averiguar las motivaciones. Así, una parte de este estudio consiste en analizar en profundidad el sentido de las palabras utilizadas. Visto de esta manera, cada uno de esos vocablos transmite mucho más que lo que su estricto significado define.  

martes, 14 de noviembre de 2017

A CABEZA LIMPIA

El nombre de Eusebio, en esto del fútbol, se relaciona en función de la generación a la que uno pertenezca. Para los menos jóvenes, la referencia les trasladaría a los años sesenta y recordarían al tremendo delantero mozambiqueño que goleaba como portugués. Los que somos menos mayores apuntaríamos a un chaval de La Seca que hoy entrena a la Real Sociedad. Si ese nombre se pronuncia en Valladolid, tanto da para una u otra generación, sin ni siquiera mentar que la cosa va de fútbol, Eusebio será aquel fino centrocampista que tras dejar aquí huella, partió de Zorrilla para mostrar su talento en los en los escenarios más reputados del fútbol mundial.  

jueves, 9 de noviembre de 2017

LA MÁXIMA DE GIRÓN

Imagen tomada de www.merca2.es
Cuentan que José Antonio Girón de Velasco resumía con una máxima el modelo de relación que establecía con las personas en función de sus coyunturales posicionamientos políticos. El que fuera uno de los fundadores de las JONS, desde su posición de poder, repetía a quien quisiera escucharle: “Al amigo, el culo; al enemigo, por culo y al indiferente, la legislación vigente”. 

martes, 7 de noviembre de 2017

JO, ¡QUÉ TARDE!

Foto El Norte de Castilla"
Hay días en los que uno no está para nada. Haciendo números con los dedos, hubiera salido mucho más a cuenta haberte quedado en la cama. Todo lo que podía salir mal, salió mal. En parte, piensas, es culpa tuya y caminas mentalmente buscando el punto en que las cosas se empezaron a doblar. Buscas y rebuscas leyendo el día hacia atrás –hice esto; poco antes, eso; antes aun, aquello–  y terminas dándote cuenta de que hacía un rato que tomaste una mala decisión de apariencia intrascendente pero que a la postre torció el molde que parió tan mal día. Ese lamento no sirve de nada pero es irremediablemente humano. En otras circunstancias, el ejercicio de retrospección puede servir para aprender y no repetir errores pero de los días torcidos poco se puede aprender. Todo lo más, emular a Joseph Minion. Tomar el material del caos, ordenarlo y escribir un guion para que Martin Scorsese lo lleve a la gran pantalla. Así, que un gris empleado pierda el metro a la salida de su trabajo desemboca en una suerte de peripecias que convierten lo que en principio era una intrascendente anécdota en la genial ‘Jo, ¡qué noche!’.

jueves, 2 de noviembre de 2017

JUEGO DEL PAÑUELO

Rasueros
Antaño, a las escuelas públicas de Rasueros las llamábamos ‘de José Antonio’, pero no estaban dedicadas al fundador de la Falange sino a uno de sus miembros ilustres, el que fuera Gobernador Civil de Ávila entre el 57 y el 66 del siglo pasado, José Antonio Vaca de Osma. Un nombre que nada nos decía a quienes allí nos desasnábamos. Y eso que el ‘prohombre’ tenía dedicada también la plaza donde se encuentra situado el ayuntamiento. Doblemente dedicada, pues además del nombre, en la plaza existía un pilar sobre el que reposaba un busto del tal Vaca de Osma.