lunes, 27 de septiembre de 2021

SERÍA DEMASIADO BONITO

En apenas cuatro años, los que van del 48 al 52 del siglo pasado, el director italiano Vittorio de Sica nos regaló tres joyas encuadradas en el movimiento denominado 'neorrealismo' que mostraba las condiciones de vida de los grupos sociales menos favorecidos. Las peripecias que se muestran en esta tríada de películas sirven para definir el último mes del Pucela. En 'Ladrón de bicicletas' un hombre, como el equipo que desciende, tras haber perdido su empleo encuentra un trabajo peor pegando carteles. Necesita su bici, pero otro más necesitado, sea el Burgos, se la roba. 'Umberto D', nos presenta un jubilado al que su jubilación no le daba para pagar la fonda pese a todos sus empeños de forma que cada día, Tenerife y Girona, se mostraba más alicaído. 'Milagro en Milán', la tercera aunque sea la segunda cronológicamente, por más que muestre la miseria de un arrabal, se permite el lujo de introducir un poco de magia que alivia el sufrimiento. En una escena, se sortea un pollo entre los habitantes del suburbio. El número agraciado fue el 90. Lo tenía un anciano que ni se alegró al saberlo. Sería demasiado bonito. Eso sí, le convencieron y dio buena cuenta del manjar hasta el punto de recibir bravos por lo bien que lo comía. Los días posteriores, es de suponer, volvería el hambre. El Alcorcón fue ese pollo que se llevó el Valladolid a la boca tras la penuria pasada. Lo comió de forma tal que mereció el aplauso, salvo alguna escaramuza dominó de cabo a rabo. Pero que no se lo vaya a creer, tuvo más que ver con lo que le correspondió en el sorteo, un rival débil, débil, que con un buen hacer. Esto solo será considerado si se confirma en lo sucesivo. Un apósito ayuda pero no evita que la herida continúe sangrando.