jueves, 22 de octubre de 2015

LA ACHICORIA NO ES CAFÉ

Tuvo buen tino Rajoy cuando decidió poner en fecha de diciembre las elecciones. Así nadie se lleva a engaño, lo que se diga en campaña electoral serán como los precios de la temporada, para después queda enero con sus rebajas. Eso, por desgracia, ha entrado ya en el terreno de las costumbres, hemos interiorizado que es así: las palabras en campaña valen por menos tiempo que la declaración de amor eterno de un adolescente. Lo nuevo en este turno es que ya no se espera, las palabras pasan a ser menos y menos antes de la fecha prevista. Incluso, en ocasiones, la rebaja de la propuesta consiste en cambiar el producto por uno de menor calidad y seguir llamando café, tras haber prometido café, a la achicoria. Es el caso de Podemos y la renta básica de ciudadanía. Esta medida -un ingreso pagado por el estado a cada miembro de la sociedad- para ser considerada como tal ha de tener cuatro características: ser universal, individual, incondicional y suficiente.