lunes, 6 de junio de 2022

LA FÁBRICA DE GALLETAS

Antes de que Tim Burton nos la mostrase en “Charlie y la fábrica de chocolate”, yo ya imaginaba industrias en las que se empaquetaba la alegría para trasportarla a todas las casas donde hubiera niños. Me valía con la sugerencia del lugar, con leer en cada caja de galletas así de corrido -Venta de Baños, Palencia; la Carolina, Jaén- el nombre de aquellas ciudades para convertirlas en referencias míticas. Porque ciudades habrían de ser si en vez de vacas, ovejas y tierras de labor, albergaban fábricas desde las que saldrían camiones que recorrerían todo el país para que a nadie le faltase por la mañana media docena de galletas Siro.

La información de la paralización resonó como granizada en junio. No nos van quedando ni los recuerdos, y al parecer tampoco hay aire que los sustituya.