Escucho quejas porque ‘han quitado espacio al coche para ofrecérselo a las bicis’. Parece obvia la ilación: ambas cosas han ocurrido. Afinando un poco, puede que la relación no sea tal, o al menos no en ese orden. Visto así, el carril bici es una excusa. Para insertarlo, si formara parte del plan, existirían trazas alternativas. Para ocupar el espacio vacante hubiera servido un sembrado de amapolas, pero sería más caro. El empeño prioritario consistiría en limitar el uso del automóvil. Por ahí transita la dinámica de los tiempos, cada vez toleramos menos los efectos del coche: el ruido, la contaminación, la estrechez, la fealdad…; cada vez existirán más límites para el empleo de combustibles fósiles.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
martes, 14 de marzo de 2023
EL FUTURO NO ES AYER
domingo, 12 de marzo de 2023
SALIR CON LA PIERNA ESCAYOLADA
domingo, 5 de marzo de 2023
LA NOSTALGIA VESTIDA DE NEGRO
martes, 28 de febrero de 2023
SEÑUELOS
Árabes eran los que habrían de convertir, 15.000 millones mediante, a Salamanca en una Dubai sin mar pero con piedra franca de Villamayor. Un conseguidor, derivación patria de campeador, de conquistador, a módico precio alisaría el camino. El señuelo funcionó en una tierra acostumbrada a leerse en pasado, triste al otear el presente, exhausta ante tanto condicional, ávida de un futuro perfecto. Tanto, que olvidó el indicativo para dejarse embaucar por un fantasioso subjuntivo. Cuando llegue, ya verás cuando llegue. La tecnología, la innovación, son palabras fetiche que envueltas en ‘porque sois lo mejor’ ablandan cualquier defensa.
lunes, 27 de febrero de 2023
NIÑOS ESPERANDO UN FINAL FELIZ
domingo, 19 de febrero de 2023
HISTORIAS OPUESTAS RADICALMENTE
martes, 14 de febrero de 2023
IDENTIDADES
No sé lo que soy ni cuando me lo pregunto. Comunista, pensé alguna vez. Aspiro a cierta justicia social, sí, pero ni estudié su doctrina tan en profundidad como para asumirla o descartarla, ni aspiro a vivir en sociedades similares a algunas de las que así se catalogaron. Anarquista, me dije en algún momento. En las etapas más optimistas, confío en que el ser humano escape de amos y soberanos. En las pesimistas, la desconfianza me genera dudas; las dudas, desazón; la desazón, desistimiento. Un hijo de mis padres, asumí con una mezcla de orgullo y resignación. Será que el corazón me late por reflujo de un cristianismo social metido por vena en la infancia y adolescencia.