martes, 25 de abril de 2023

TODO CAMBIA, TODO QUEDA

Cada año, en abril para más señas, discurren pegaditas las nostalgias del veinte y el veintitrés. Una nos acerca al fiel que se sitúa entre los ochenta y los noventa, una época de oro para una generación, aunque en realidad todas las épocas lo fueron para alguna, pero esta es la mía; otra, a un pasado que nunca fue, al enunciado de frases en condicional, ‘si hubieran, ay, si hubieran’.

Pasa un año, pasa otro, tarareas ‘estaba aquí solo, me había puesto a recordar’, y recuerdas; acudes a la campa de Villalar, ves, abrazas, y recuerdas, o no acudes y es peor, recuerdas más. Comentas con tu hijo, con la chavalería de tus clases, y te da la sensación de que para ellos el abril del noventa o el de 1521 comparten espacio en las páginas de un libro de Historia, de que la cabaña del Turmo o el patíbulo donde desgajaron la cabeza a Padilla, Bravo y Maldonado, son fotos que adornan el texto de ese mismo libro. Habías asumido que tu sucesión de presentes vividos conformaban ‘el presente’ y no son más que astillas del pasado. Pensabas que todo era igual, pero es distinto.  

domingo, 23 de abril de 2023

AMALGAMA DE RUIDO Y SILENCIO

Tiene suerte El Yamiq de que en Valladolid, a diferencia de aquel ficticio enclave de la albaceteña Sierra de Alcaraz en que José Luis Cuerda recreara su legendaria 'Amanece que no es poco', no sea «verdadera devoción lo que hay por Faulkner»; de lo contrario, al igual que a Bruno, el escritor argentino que tras sufrir el exilio rehacía su vida en aquellos parajes, le habrían reprendido por haber plagiado letra por letra una de las obras del idolatrado autor estadounidense, en este caso, 'El ruido y la furia'. Cada acción del central blanquivioleta resulta estruendosa, el eco retumba hasta dejarse escuchar en varios kilómetros a la redonda. A veces para bien; otras, no tanto.

La rapidez con la que emprende cada acometida, el frenesí con el que ejecuta cada maniobra, tanto libran al equipo de peligros inminentes cuanto provocan series de infartos en compañeros, entrenador y en el resto de la panoplia pucelana. Su quehacer se percibe cristalino y se escucha nítido. Inmediatamente uno repara en su presencia cuando juega, en su ausencia cuando no. Desdeña el miedo, arriesga el físico, alcanza la luna saltando, la línea de fondo estirando la pierna, acomete vehemente al rival, asalta con inconsciencia el terreno contrario, está convencido de que todo saldrá bien y todo lo intenta.

domingo, 16 de abril de 2023

CARTAS MARRUECAS DE LA PLANA BAJA

Bien habría deseado José Cadalso que la misma suerte que «quiso que, por muerte de un conocido mío, cayese en mis manos un manuscrito» hubiera contribuido a la remisión desde el futuro de relatos epistolares en los que el bisoño Gazel narrase –con orgullo al anciano Ben-Beley, con apostura a su amigo Nuño Núñez– los dos episodios 'golísticos' del Pucela en tierras de la Plana Baja para, al modo del tiempo de descuento, disponerlos al final de las noventa 'Cartas Marruecas' reglamentarias. No pudo ser, el futuro es así de ingrato, nunca aparece cuando se le requiere. Cadalso se quedó sin epístolas para publicar; Gazel, sin escribir las epopeyas, en un deporte aún por inventar en su presente de la segunda mitad del siglo XVIII, protagonizadas en los epílogos del XXI por sus paisanos Selim Amallah y Jawad El Yamiq; Nuño y Ben-Beley, sin disfrutar de tan deseadas lecturas. Y es que, obviando el natural optimismo futbolero, los pucelanos arramblaron tres puntos porcelanosos, donde y cuando menos se podía augurar, por ventura de dos goles con remites marroquíes. El primero nos levantó de la silla cuando aún no habíamos acomodado el culo en el asiento, mientras compartíamos con colegas nuestro parecer acerca de la alineación, debatíamos sobre la pertinencia de los cambios, tratábamos de apuntar el influjo del nuevo entrenador y especulábamos alrededor de la disposición del once inicial. 

miércoles, 12 de abril de 2023

SER LIBRES PARA SERLO

Hace poco más de cuatrocientos días, a eso de la media tarde, me desperté de una anestesia. Aún medio alelado, percibí una conversación entre enfermeras al respecto de una invasión del ejército ruso en Ucrania. Cuando una de ellas se acercó a mi cama para cerciorarse de que ningún indicador se desmandaba, le pregunté qué había pasado. Escuetamente, confirmó la noticia. Insistí. ¿Sabes si se ha limitado al Dombás o ha ido más allá?

Semanas más tarde, en medio de la consternación por asistir a una nueva guerra en suelo europeo, por asumir que los nunca de ‘nunca más lo que sea’ son ‘nuncas’ efímeros, se celebró el Festival de Eurovisión. En los plebiscitos populares (supuestamente para elegir la mejor canción), al unísono, como si de recitar una consigna se tratara, se repetía incesantemente el nombre de Ucrania. Por supuesto, ganó. Mi cabeza entendió que la ciudadanía europea representada por esos votantes había asimilado como propios los deseos de los poderes gobernantes, repartió la solidaridad como le dijeron.

lunes, 10 de abril de 2023

LA SEMANA SANTA DISTORSIONADA

La única Cofradía Penitencial que procesiona a lo largo de casi todo el año, la del Real Valladolid de las Lágrimas Perpetuas y las Exiguas Alegrías, siquiera por una vez, ha distorsionado los ritos –los litúrgicos y los sociales– de la Semana Santa. Este Domingo de Pascua, el equipo resucitó pero muy poquito: movió algo la cabeza, como queriéndose incorporar, pero sin terminar de erguirse. También es cierto que el difunto aún respiraba, había llegado a esta fecha con el óbito a medio hacer. Con esta pizca de resurrección no podemos saber con certeza si el Pucela llegó al Domingo de Gloria medio vivo o casi muerto, si sale de él medio muerto o casi vivo. Lo que sí advertimos es que en las gargantas de los fieles de esta santa cofradía, en vez del tradicional 'Aleluya', resuena un más flamenco 'ayayayay'.

lunes, 3 de abril de 2023

ESPERANDO LA RESURRECCIÓN

El fútbol es esencialmente injusto y por eso me apasiona. Lo es de partida, biológicamente podríamos decir. La naturaleza ha otorgado a los contendientes distintas capacidades, diferente nivel. Lo es por desarrollo, por un proceso asentado en unas dinámicas de concentración que establecieron diferentes escalas competitivas. Diferentes escalas que, a su vez, consolidaron las dinámicas de concentración. Una y otra vez. Los grandes clubes actúan como campos magnéticos con un enorme poder de atracción que empequeñece a todos los que les rodean. Los demás se limitan, mientras pueden, a sobrevivir. Lo es por extensión. Mientras el alcance de la mayoría no excede de unos cientos de kilómetros, el ámbito de repercusión –y con ello el potencial de captación de recursos, la capacidad de incidencia, la presencia en medios...– de unos cuantos abarca todo el orbe. Injustísimo. Injusto, además, porque permite ganar al peor, incluso al que peor lo hace: un golpe de suerte o un aguijonazo del infortunio pueden dictar sentencia y escribir el futuro. Y precisamente por eso no quito ojo al fútbol. No porque me atraiga la injusticia implícita que conlleva, sino porque empapado en ella se asemeja a nuestra poco meliflua realidad cotidiana. Los deportes que presumen de nobleza, aquellos en los que el peor es inexorablemente sepultado por las estadísticas del poderoso, me dejan frío, se me asemejan a escenarios de huida, a parajes irreales. 

miércoles, 29 de marzo de 2023

MEJOR COHEN





Escucho la palabra ‘aleluya’, proviene de un atril no de un púlpito. Quise pensar que se estaba introduciendo la canción de Leonard Cohen –ya sé que se escribe distinto pero mi torpe oído no es capaz de distinguir tal matiz-, pero no. La voz que resuena, en medio de un acto político, es la de una pastora evangélica. Paro mis rotativas cerebrales. Todo lo que paseaba por mi cabeza con la intención de tomar café en este folio se detuvo: la ridícula polémica de los bonos sociales cobrados por quienes pueden y no lo necesitan, la torpe disposición que lo alienta, la ‘tamamética’ moción de censura, el artificioso debate sobre si en los últimos decenios se han restringido o ampliado los cauces de las libertades, la llegada de la primavera o la pérdida incesante de esos bares de barrio con atención a voces personalizadas.

sábado, 18 de marzo de 2023

LAS QUINIENTAS INTEGRALES

No es ni la primera ni la segunda, ni la décima vez que, al modo del campaneo estimulando la salivación de los perros con que experimentaba Pávlov, un silbatazo del árbitro arrastra mi memoria a los primeros años noventa, a un piso de La Rubia, a lo que este rapaz recibió como un insólito encargo. Pese a las tentaciones, nunca escribí aquella alegórica historia con su posterior consideración por ausencia del requisito autoexigido: dado que de inicio me propuse no servirme de este espacio para escudar en el arbitraje una derrota del Pucela, la jugada no habría de ser relevante para el sentido del resultado. Hoy, por fin, es el día oportuno; entiendo que la jugada referida, la del penalti por mano de Joaquín, cumple con la condición, nada hace pensar que de omitirse habría cambiado algo. Es más, ese tipo de decisiones, la manera de entender el juego y su arbitraje, se ha generalizado hasta el punto de que ni siquiera se puede considerar un error arbitral. 

martes, 14 de marzo de 2023

EL FUTURO NO ES AYER

Bien al ladito de mi casa empiezan o terminan, siempre según se mire, las ciclovías de Isabel la Católica y la Avenida de Burgos. Dado que me muevo en bici por esta ciudad desde antes de que Ramón Tamames dejara Izquierda Unida, son miles los kilómetros que he recorrido por esas calles, antes y después, con coches pegados al culo o separadito de ellos por unos simples bolardos. Para mí, mejor ahora, por ser de ‘los de la bici’ y, sobre todo, por la incipiente vejez que me va encasquillando las piernas, ralentizando los reflejos y enmudeciendo la osadía.

Escucho quejas porque ‘han quitado espacio al coche para ofrecérselo a las bicis’. Parece obvia la ilación: ambas cosas han ocurrido. Afinando un poco, puede que la relación no sea tal, o al menos no en ese orden. Visto así, el carril bici es una excusa. Para insertarlo, si formara parte del plan, existirían trazas alternativas. Para ocupar el espacio vacante hubiera servido un sembrado de amapolas, pero sería más caro. El empeño prioritario consistiría en limitar el uso del automóvil. Por ahí transita la dinámica de los tiempos, cada vez toleramos menos los efectos del coche: el ruido, la contaminación, la estrechez, la fealdad…; cada vez existirán más límites para el empleo de combustibles fósiles.