lunes, 2 de diciembre de 2002

LA GATA FLORA

¡Qué difícil es ser presidente.! Cuánta ingratitud acarrea implícita el desayuno del poder. Si acudes a la inauguración de cada uno de los raíles del AVE, semental de progreso, se desencadena una tromba de descalificaciones. Que si hacemos política de florero, que si nos gusta más la portada de un periódico que un partido de tenis de la Kournikova. Pero ¡Ay si les haces caso!. Si se la metes gritan y si se la sacas lloran.

Recién levantado, el espejo responde a mi mirada con la sonrisa carismática de un líder mundial y, magnánimo, resuelvo hacerles caso. Hoy no seré fotografiado. Les cedo a esos socialistas la portada de los periódicos de mañana. Ni yo ni ninguno de mis ministros, ni mi padre Fraga. Despacharé con ellos y les ordenaré que se repartan el trabajo: tú y tú a cazar a Aranjuez a la finca de nuestro aristócrata amigo, tú te tomas el día libre y te vas a  Doñana, tú al Pirineo.

¡Vaya!. Suena el teléfono. ¿Cómo? Un petrolero ha naufragado y está a punto de producirse una tragedia social, ecológica y económica. De ésta no me pilláis. Me quedo en casa. ¿Protagonista yo?. Tururú. Soy un hombre de firmes convicciones y cuando digo no, es no. Decido no acudir a Galicia y las flechas de la antiespaña intentan humillarme. Llamo a Fraga y le digo que se ponga al pie del cañón y me responde: yo ya estoy en el Tajo, de pesca.

lunes, 25 de noviembre de 2002

GIL DE OSTOAGA



 El partido que gobierna España -los matices que la globalización y el imperio le permiten- se define, ufano, heredero de la tradición cristiana, pero parece olvidar que la ruptura que sufrió el judaísmo con el mensaje de Jesús de Nazareth fue el perdón, el rechazo frontal de la ley del talión, del ojo por ojo y diente por diente. El marco penal en el que se inscribe España tiene como basa, fuste y capitel una vocación reinsertadora,  una aspiración que sustituye a la venganza revanchista por el castigo con un empeño, quién comete un delito puede incorporarse a la convivencia pacífica. Nuestros ministros reniegan de su sustrato ideológico y sus palabras son gotas de agua al albur del sol; caen y desaparecen. Gil de Ostoaga purgó 13 años de su vida en la cárcel. Consciente del sinsentido del uso de la violencia como herramienta política y asistido por la ley, intachablemente aplicada por la juez Ruth Alonso, obtiene el tercer grado penitenciario. Podría haber sido un ciudadano anónimo cuyos cotidianos paseos reprobasen la barbarie. El gobierno, con la dureza frágil del cristal,  con la estupidez del altanero, acusa a la juez (amenazada por ETA) de cómplice. Sería recomendable comprender el mensaje de la película “Yoyes”. Gil de Ostoaga ya no es una cuña contra la violencia, desde ahora es un mártir.

lunes, 11 de noviembre de 2002

QUIERO VOTAR EN USA



Nos ha empapado tanto la lluvia fina del american way of live que no tenemos recato en consideramos miembros del imperio hasta el punto de que si alguien se declara republicano le asociamos más a Bush que a Azaña. Y si no, da igual. Las decisiones del presidente o de las cámaras de representantes de los USA nos afectan de tal manera que nadie, por activa o pasiva, como sufridor o beneficiario de sus políticas, resulta indemne. Los planteamientos sociales impresos en las ideologías que bregaron en los antiguos estados-nación han muerto a manos de la economía globalizadora y tras el entierro los deudos lloramos la ausencia de democracia, en ninguna de las grandes decisiones tenemos nada que decir. Puede que mañana el son de los tambores de guerra se convierta en el número uno de los cuarenta principales, que millones de africanos se pudran con su sida o su hambre, que los embriones hibernen sin que nadie investigue su poder balsámico para enfermos de esclerosis o alzheimer...eso será decisión de ellos. Nuestra única esperanza está en sus manos, en sus votos. Globalicemos asumiendo la realidad: votemos todos en USA.

jueves, 5 de septiembre de 2002

IVÁN, IVÁN, IVÁN DE LA PEÑA

Hemos tenido que esperar tres meses para disfrutarle, de nuevo, en su hábitat natural: el rectángulo verde de los sueños. Una especie depredadora, el entrenador, le acecha y sólo permite que de tanto en tanto se le vea como a los indios en una reserva o a ciertas especies animales en un parque zoológico. 
Él pertenece a una especie sospechosa por abrumador talento, peligrosa por cuestionar lo incuestionable, inadmisible por no ejecutar lo previsible, reo por realizar lo sorprendente. Quién con sus pases cuestiona al encefalograma plano del entrenador, que quiere futbolistas de producción en cadena, ha de ser castigado.
En el fondo estamos topando ante el mundo que se impone. Engordamos rápido a las vacas, destruimos el Amazonas, llenamos nuestro estómago de comida basura (como nuestros contratos) y follamos “aquí te pillo, aquí te mato”. Iván, con su fútbol, es un subversivo, una especie de Subcomandante Marcos. Sus pases inquietan como inquietaba García Lorca con sus versos.
Y si el panorama se oscurece, no lo duden, más policía. Hablarán de eficacia.

lunes, 2 de septiembre de 2002

14 DE ABRIL

Estadio de Montjuich. Año 1936. España-Alemania. Suena el himno alemán. Los once levantan la mano para realizar el saludo fascista. Suena el español (de Riego) y el capitán, Ricardo Zamora, levanta el puño y a su vez el resto de los componentes del combinado hispano se adornan con el mismo gesto de orgullo desafiante al totalitarismo. Ninguna otra imagen representa la belleza de esa niña, nacida un 14 de abril, vilmente torturada y asesinada antes de llegar a la pubertad. ¡Qué gran mujer podría ser hoy!. Engendrada con entusiasmo, nacida con dolor e ilusión a partes iguales, predestinada a morir destripada por los mismos brazos enarbolados por los alemanes, el puño del fascismo totalitario bajo el guante púrpura de la iglesia de los Segura y Gomá. Los jinetes totalitarios creyeron que, con la niña, moría el sueño de una sociedad libre pero los sueños están para crecer entre las plagas. La niña, el puño en alto de Zamora, representan, más allá de una forma de gobierno, el anhelo de una verdadera emancipación del estado muy lejos de la imagen del presidente de esta comunidad presidiendo actos religiosos. ¡Qué falta de cultura laica!. A dios lo que es de dios y al cesar lo que es del cesar. 

martes, 30 de julio de 2002

BASKONIA Y ALAVÉS

El próximo domingo se celebran, ya lo saben, elecciones en Euskadi. Como prólogo y epílogo dos clubes de esa tierra pueden marcar, sino lo han hecho ya, un hito en la historia del deporte vasco. Dan lustre a su talento con modestia, trabajo y un objetivo en el que todos se sienten corresponsables y por este camino están a un solo paso de alcanzar una cima en el deporte. Son dos proyectos consolidados con ambición, sensatez y eficacia que han conseguido formar un corpus indivisible con lo que es realmente un club: sus aficionados. Lo grande es que  los seguidores, vascos, se sienten representados en unos jugadores que llevan su nombre en las camisetas ( y esto no es metáfora). Pues bien,  estos deportistas que hacen grande a Euskadi son un ejemplo de globalización sin puertas en el estrecho, han nacido en los más variados rincones del orbe, de Uruguay a Lituania, de Estados unidos a Noruega. Y esa es la lección, un equipo, una sociedad se hace entre quien quiere hacerla. Y para eso es necesario sobreponerse a los instintos primarios. Y estos no sólo nacen de una parte.               

lunes, 29 de julio de 2002

DÍA SIN COCHE

Mientras los ciclistas trazan las últimas curvas por las rutas de España, otras bicicletas más modestas e igual de sacrificadas tratan de abrirse paso entre largas hileras de furiosos conductores cuyas meninges condicionan el uso de la bici a la práctica deportiva, pero nunca aceptarán que esas dos ruedas sean una alternativa seria de transporte. Es lógico, el coche es el estandarte de la libertad entendida como hecho personal y exigente de unos derechos, un campo abonado para comportamientos individualistas empapados de simpleza intelectual. La sutileza del discurso de la bici se adentra en otro plano, paralelo al anterior, del concepto de libertad, entendiéndola como un deber con los demás. Sin un cambio de actitud, asumido por buena parte de los que hoy se montan en el auto hasta para ir a mear, el día internacional sin coche se convierte en un día cargado de discursos hipócritas de políticos que no tienen el valor suficiente para tomar medidas de calado que recuperen la ciudad para sus gentes. 

martes, 30 de abril de 2002

PAUSA...POR FAVOR

No ha concluido el partido del sábado y, sin digerir, con el bocado en el esófago, ya tenemos otro plato servido para el martes. Deprisa, deprisa... El futbolista se hastía de fútbol y los aficionados, entre tanto plato, no somos capaces de separar la paja del grano. O quizá de tanto grano podemos llegar a la saciedad. Perdida la capacidad de fascinación queda el poso de la indigesta hartura. Y hartos, nuestro paladar no distingue un bocado de jamón y uno de mantequilla. Nos hemos dejado abrumar por unas circunstancias que nos arrastran hacia campos de fuerzas centrípetas capaces de expulsar al hombre a la periferia de su propio destino. Todo muy deprisa. Si paramos nos caemos como si nuestra cotidianidad fuese una bicicleta. Hemos caminado, caminamos, neuróticamente acelerados, generando riqueza para unos pocos, conformismo para otros y hambre para lo más. Recolocar al hombre en su sitio, a la cabeza de las prioridades, es el reto al que nos debemos enfrentar. Quizá ésta deba ser la reivindicación del 1º de mayo.

lunes, 10 de diciembre de 2001

18 DE JULIO

Lo deja todo atado y bien atado como sus maestros: Havelange y Franco. Imagino al generalito “Juan haz como yo, no te metas en política”. El delegado nacional para el deporte obedeció. Demócrata de toda la vida, como mi maestro en la vieja escuela de Rasueros, como tantos que cuentan la vida desde el punto que les interesa, como si antes nada hubiera ocurrido, como si ellos mismos no hubieran existido. Nos roban la memoria con absoluta impunidad. Aquí nunca se cumplió la profecía que, sobre Chile, cantó Serrat “...y pagarán su culpa los traidores...”. Con hilos dorados tejieron paños de orfebrería que deslumbraron las zonas de sombra y nos hicieron ver que allí nunca estuvieron. Negó la camisa azul y emergió inmaculado para trazar la besana de la mercantilización deportiva. Enterró a Coubertain y la plataforma soñada para unir a los pueblos a través del deporte se convirtió en una corrupta empresa gestora de espectáculos. Prefiero recordar la sonrisa de Jesse Owens miniaturizando, más, a Hitler. Verano del 36. Alborada de Samaranch.