sábado, 28 de junio de 2003

¿QUIÉN SALE BENEFICIADO?

Nuestro sistema electoral cojea. Por un lado elegimos en listas cerradas y bloqueadas a los representantes en cualquier institución y, por otro, la representatividad de cada electo es individual e intransferible. Ambos condicionantes unidos hacen un pan como unas hostias. Votamos a un partido del que conocemos la voz, como mucho, de quien encabeza la lista y dejamos en manos de una sarta de advenedizos la responsabilidad de gobernarnos. Si el sistema electoral reconoce la libertad inviolable por mandato imperativo de cada cargo público, que se abran las listas, que podamos conocer a priori quién es y qué opina cada uno de nuestros representantes. Si, por el contrario, hemos de votar a listas de desconocidos, estos se deberían limitar a obedecer las indicaciones de cada partido; sería una democracia sesgada, pero es la que tenemos. Lo intolerable es lo de ahora, individuos que se esconden en el anonimato protector de unas siglas y que asumen para sí el poder otorgado por el voto de quienes no les conocen. Terreno abonado para cualquier corruptor. Caldo de cultivo para asumir el poder negado por las urnas. En cualquier caso, ¿por qué a los emporios inmobiliarios les interesa tanto que el PP gobierne las instituciones? ¿Por qué el precio de los pisos se ha disparatado?

lunes, 23 de junio de 2003

TRABAJADOR DE LA CULTURA

El resoplido con el que sello cada artículo se avino el pasado lunes con el estertor, con la última nota de esa canción que fue la vida de Compay Segundo. Hijo póstumo de la Cuba española, hermano del sueño mil veces enterrado de los barbudos; nos deja en herencia una sublime definición de revolución “el capital más grande de un hombre es poder alegrar a otros hombres”. Una patada con ritmo de son en los huevos de nuestro confortable espíritu mercenario. Cada lágrima derramada ante su infinita quietud es el sudor de las alegrías repartidas al por mayor a lo largo de su siglo de presencia.

Podría haber escrito sobre el asalto a la democracia que es el silencio del gobierno, la negativa a ser siquiera preguntado en el Parlamento acerca de cada uno de sus mil frentes de mentira. O sobre esa historia de espías y venas cortadas a resultas de la manipulación con que se nos abocó a la guerra. O de ese misterio insondable que es comprobar, para los que sufrimos la información basura del dúo Urdaci-Arenas en la TV pública española, como otra cadena, también pública, la BBC inglesa, cuestiona abrigada de independencia el papel de su gobierno.  

Pero no, no me quemaré –ni les quemaré- la sangre; escribo paladeando un roncito, seducido por la música de Compay y como penúltimo homenaje impediré que nada ni nadie perturbe hoy mi felicidad, esa magia difundida por un trabajador de la cultura.

lunes, 16 de junio de 2003

NOSTALGIA CONTRA NOSTALGIA

Andan los días y los mundos podridos de religión. Nada es nuevo. Padecemos esa enfermedad autoinmune que lleva a unos órganos a enfrentarse contra otros dentro del mismo cuerpo que es la humanidad. Me atormenta imaginar la burda sonrisa de quienes hacen negocio trenzando señuelos de supuestos más allás eternamente felices en compañías de dioses, profetas o huríes.
Mueren los que sufren la nostalgia cotidiana de una tierra de promisión soñando edificar sobre fangales de sangre la nueva Jerusalén, y matan. Matan a quienes secularmente habitaron las ásperas tierras del Jordán. Y matan mucho más allá del talión. Mil ojos por ojo, por diente los dientes de familiares y de los que por allí pasaren. Y para todo un pueblo hambre, a falta de pan buenos son obuses.
Es sólo un ejemplo, un síntoma del mal que aquí, lejos de sanar, se infecta. España abandera la pretensión de muescar a la futura constitución europea con otra nostalgia, la  del cristianismo imperial. Olvidan que el sueño de una Europa libre y justa mana de las luces enciclopedistas en que ardieron las supersticiones religiosas. Además, en vez de estudiar eso, en nuestras escuelas impartirán catequesis. Nostalgias de un pasado que nunca fue. Ceguera.

lunes, 9 de junio de 2003

MORIR SOLO, SÓLO MORIR

Arsenia y Amalio pudieron haber muerto allá por el año 25 del siglo pasado, cuando nacer y seguir vivo era arte de funámbulos, pero sobrevivieron. Hasta el otro día. Quizá mucho antes habían dejado de existir y la fuerza que arrastraba sus pies no era sino el reflujo del último estertor. Pero de su muerte física nada supe hasta antes de ayer. Podrían haber muerto en esa guerra traidora en la que jugaban a esquivar obuses o en esos exangües años posteriores de estómago vacío, a todo ello resistieron. Por un miserable chusco llenaron de llagas sus manos y así, año tras año, hasta que la maquinaria les echó de las prosperas fincas del señorito. En la capital, con tantos como ellos, encontraron cobijo bajo una chapa, entre cuatro tablones. Sólo varios años después, incontables horas de trabajo después, compraron una casa digna de tal nombre. En ella criaron a sus cinco hijos, en ella invocaban a esos axiomas de la unidad familiar. Pero a su alrededor las viejas estructuras se derrumbaban antes de construir las nuevas. Dos días atrás aparecieron muertos en su vieja casa, seis días llevaban sin que nadie les hubiese echado de menos; mas su muerte se produjo mucho antes, cuando se despeñó la única institución en que los humildes podían creer: los que tenían cerca. 

lunes, 2 de junio de 2003

PADRES ENTIERRAN A HIJOS

Los anhelos de compartir mesa y mantel con la superpotencia se han convertido en el polvo que ya es aquel avión desvencijado que dejó en su camino la vida de 74 personas. De doce apenas nada sabemos, no eran de aquí; en los noticiarios vende menos el sustantivo “persona” que los adjetivos “español” o “militar”. Cuando, además, ambos se asocian el calamar chorrea el chapapote de la quintaesencia de la patria.
Decía que los sueños de grandeza de las Azores no son sino otra más de esas eternas campañas de imagen que pretenden que veamos lo que no es. Megalómanos discursos que esconden un vacío de capacidad. Declaraciones de guerra mientras los aviones caen por su propio peso. No es cebarse ante la adversidad, es, simple y llanamente, el fracaso de una concepción de la política. Ésa que aparenta un gran pilotaje en las rectas pero que suelta el volante cuando el camino se curva.
Al final se han llenado páginas enteras explicando lo que ocurrió o con generalidades humanitarias como excusa. Pero la gran pregunta que nadie responde es qué necesidad existe de enviar soldados a pacificar si previamente no se crea una guerra.
Ahora queda un amasijo de hierros, las lágrimas de unos hijos, el dolor eterno de unos padres... la ausencia para sus parejas.

lunes, 26 de mayo de 2003

SUEÑO A CUATRO AÑOS VISTA

Se han abierto las urnas, se han contado los votos y todos han ganado. Pero en Valladolid eso es mentira. Un 44 y pico por ciento de los votos han sido más que suficientes para que Javier León siga ejerciendo de rey en esta selva de intereses especulativos en que se está convirtiendo Valladolid. El aumento de concejales del PSOE les produce la misma alegría que a un enfermo coronario la noticia de que le han extirpado con bien un uñero. Izquierda Unida  tiene que sentarse y pensar lo que quiere ser. Trabajar no les ha sido suficiente y la excusa de sus escasos medios... sí, pero son los medios de siempre.
La ciudad seguirá engordando a lo ancho y a lo largo sin criterio, la política cultural permanecerá anquilosada entre los muros de cuatro pomposos museos y la social al albur de las posibilidades de entidades privadas. Nuestra imagen será la de un alcalde tosco y tan sincero que en campaña ya nos alertó: el gobierno central invertirá dinero en Valladolid sólo si gobernamos sus correligionarios. Al fin es lo que hemos votado. Cuatro años más de fanfarria e inauguración.
Mañana se renueva un sueño de cambio, hoy, mientras, releo a Neruda: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche, pensar que no la tengo, sentir que la he perdido”.

martes, 20 de mayo de 2003

BIENVENIDA SEÑORA TELE

El alcalde clamaba desde el balcón del ayuntamiento “vecinos de este lugar, os debo una explicación, y esta explicación que os debo os la voy a dar”. Tras el discurso y el rumor previamente propagado todo el vecindario supo que ese domingo la vuelta ciclista acariciaría la carretera del pueblo y con ella la televisión haría inmortal al amarillo del cereal recién segado y cada parroquiano tendría su segundo fugaz de efímera gloria. En el bar, los pocos que quedan cuando agosto se despide, discutían sobre cual sería el sitio ideal: a la entrada del puente sobre el Trabancos, la esquina de la señá Lola o la solana de la báscula. Llegado el domingo la sonrisa se apodero de las mejillas de unas y otros. Se acicalaron y, entre la misa y los callos, tomaron las cunetas. Sonó el teléfono de “El cojo” su hijo le decía que faltaban tres kilómetros, vislumbraba el perfil del pueblo en la tele. Unos segundos de publicidad y enseguida volvemos. La vuelta ciclista pasó por Rasueros. 

lunes, 12 de mayo de 2003

OTRO MODELO DE CIUDAD

El peregrinar cansino de los vehículos aventando humo y ruido es salpicado periódicamente con esquirlas de música machacona que solicitan nuestro voto. Es el delirio de una campaña estéril políticamente de puro vacía. Halagan al oído y, como en los amoríos clandestinos, tras el frenesí, el olvido. No es que mientan, simplemente no dicen toda la verdad. Mientras la sociedad es el magma de un volcán en perpetua erupción, los programas electorales son una amalgama de objetivos deseables, pero mudos de política. En sus renglones no palpita la vida, huelen a dejación de funciones de políticos que, en vez de abordar un modelo por el que transitar, se limitan a enumerar los objetivos anhelados. Unos programas sepulcros del pensamiento que son el triunfo de los apologéticos del fin de las ideologías. Promesas de viviendas baratas sin explicar el cómo, un parque allí, un centro cívico acá. Les iguala en la nada, aparentemente no hay diferencias sino intereses. Y yo no quiero creerlo. No quiero creer que la alternativa a este alcalde altanero y simplón sea un polideportivo más o menos. El sueño es devolver el agua al río seco en que se ha convertido Valladolid y esa es labor de todos no del que más grite.

lunes, 5 de mayo de 2003

AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR

Dicen que el papa ha venido pero -a uno no se le casa un hermano todos los días- no he podido seguir su periplo. Me perdí en ligerezas mundanas. Para ponerme al día leo las crónicas y son un relato de lo previsible. Podrían haberse escrito antes. Lisonja y jabón para describir el espectáculo, lipotimias de fans no tan distintos de los de la Spice Girls, obispos y obispillos que, como el concejal hortera de turno presentando un concierto de Operación Triunfo, se vanaglorian del éxito del día. Y bien pensado no es para menos, el líder espiritual de una parte de la población tenía a sus píes y arrodillados al presidente y al jefe de estado de todos. Nuestros representantes políticos talaron la dignidad que sus cargos deberían acarrear. En vez de analizar a la luz de la razón, esculpen sus valores morales con el ojo dirigido al Vaticano. ¿Por qué se prohíbe la  investigación con células madre?, ¿por qué no se permite formalizar el matrimonio a las parejas homosexuales? Eso sí, cuando afecta al interés personal, promueven una guerra pese a lo que diga el papa o San Pedro. ¡Tan preocupados por nuestros pecados y tan poco por nuestras opiniones!