En un sábado agosteño en un hospital
de Ávila los segundos se suceden agónicos; tan exhaustos como yo mismo cuando
enfilo el camino a la casa de mis padres. Dos besos, mañana hablamos. La cama
que me abrazó a diario en mi niñez me recoge. El silencio, sinfonía de los
ausentes, se torna en bálsamo para los rescoldos de mi cuerpo. Mi padre
enciende la tele, su oído también envejece,
y el sonido se esparce por la casa. Oigo “medalla de plata para una
atleta palestina”. Mientras invitaba al sueño a que me venciese intentaba
adivinar en qué prueba habría conseguido la medalla. Quizá en vallas, acostumbrada a sortear obstáculos cotidianamente, a lo mejor en lanzamiento de
peso o jabalina tras repetido entrenamiento durante la intifada, podría ser en
una prueba de resistencia muchos años ensayada hasta convertir su fuerza en
entrega fanática, quizá en marcha acostumbrada a caminar sola y desamparada a
pesar de las múltiples promesas de apoyo nunca recibidas. Con esa duda me
levanto, Alicia había dejado el periódico en la mesilla, lo abro y leo “medalla
de plata para una atleta palentina”.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
domingo, 31 de agosto de 2003
martes, 26 de agosto de 2003
TÁCTICA: COMPROMISO
Ya
retumban las pisadas de los caballos sobre la pradera. Se avistan las primeras
luces de una nueva aurora futbolística. Concluye la pretemporada. Se han
preparado para representar actuaciones colectivas encaminadas a conseguir los
objetivos marcados a priori. Manejan las alternativas que ofrece una manta
corta, si te tapas los pies te desabrigas la cabeza. Con el 5-3-2 pertrechamos
la defensa pero el portero contrario será un referente utópico, si los
laterales suben y se convierten en extremos creamos más peligro pero nuestro
portero pasará al listado del martirologio local. Si apostamos por el 4-4-2 nos
perseguirá el mismo dilema, doble pivote o rombo, interiores o exteriores...
Allá por junio, con el ocaso de la temporada, no estarán más satisfechos los
que hayan optado por el mejor sistema (no lo hay) sino los que lo hayan sabido
ejecutar mejor el sistema elegido. Compromiso, implicación y esfuerzo de los
jugadores marcarán el éxito o el fracaso. Así lo han entendido los trabajadores
de Sintel. Su temporada ha sido un éxito. Enhorabuena.
martes, 19 de agosto de 2003
EL HOMBRE QUE ENCARCELÓ A UN TIRANO
Anda el juez Garzón de caza
mayor, pretende abatir judicialmente a esa jauría de bestias que domeñaron al
pueblo argentino, como en su día lo intentó con la serpiente chilena o como
nunca pudo hacerse con las fieras propias, alguna de las cuales retoza entre
mares de chapapote. Es el suyo un esfuerzo volitivo, al margen de cualquier
razón práctica o teórica, a contracorriente. Pretende subvertir con la laya de
la ley el vago concepto de una globalización en la que el mercado sustituye a
la política (globalismo*) por otra en que la conciencia de vivir en una
sociedad interrelacionada (globalidad*) sitúe los hitos de la convivencia
y las fronteras nacionales no sean cortapisas
en el camino de la justicia. Ardua tarea ahora que el poder de los estados se
apuntala contra la libertad de sus ciudadanos (a la par que se debilita ante
los intereses económicos). En sus sueños, Garzón, cómo en los del senador Rance
en El hombre que mató a Liberty Valance, se entierra a un mundo. Pero echa en
falta a un John Wayne, exponente y
sepulturero del viejo orden, que le auxilie en el empeño, y eso no parece
cercano.
*
Definiciones recogidas en el libro de Dámaso J. Vicente Blanco “La
libertad del dinero”, Germanía, p. 13, tomadas a su vez de Ulrich Beck “¿Qué es
la globalización?” Paidós, pp 27-29
domingo, 17 de agosto de 2003
ARZOCUENTAS
Frank de Boer ha visto cómo su sanción por dopaje ha sido reducida de doce a dos meses. Según atestiguan los tribunales de la UEFA se dopó pero sin ser consciente. A partir de ahora vigilará su alimentación con el mismo escrúpulo que Delicado Baeza sus arzocuentas. El primero se escuda imputando la responsabilidad a su selección y su club, el otro niega la mayor “no es cierto que se hayan extraviado los dineros que los fieles aportaron en el cepillo”, (cepillo, diminutivo de cepo). Ambos tienen algo en común: lanzan balones fuera, sobrevuelan como moscas en muladar. Se escudan en la malicia de otros (médicos o brokers) que supieron aprovecharse de su inconsciencia Ingerir pastillas sin cerciorarse de su composición o ceder la gestión de tu dinero mirando hacia otro lado cuando puede estar siendo invertido en paraísos fiscales (quizá en armas o en condones) es pecado, al menos, por omisión. Y a tal pecado, tal penitencia. Uno dos meses de sanción, el otro una merma en sus futuras colectas. Uno ya tiene castigo el otro bastante castigo tiene.
lunes, 11 de agosto de 2003
UNO MÁS UNO SON SIETE
Los chicos de la
orquesta arrancaban de sus instrumentos, con más entusiasmo que destreza, los
acordes de una cancioncilla de verano. Se me acerca uno de los pocos que
permanecerán en el pueblo cuando los músicos recojan y el jolgorio estival dé
paso a diez meses de un crepúsculo abrumadoramente mudo. Manolo, perdido entre
la marabunta de desertores del arado que bailamos en la plaza de Rasueros, me
dice “Juaqui, mecagüen la leche, tó la vida oyendo que una más uno son dos y va
éste, suelta que son siete y se hace millonario”.
Quizá esa frase no
sea un chascarrillo, quizá el resultado de cualquier cuenta no sea otro que el
que más interese repetir y de ahí el
empeño del gobierno en mentir, en sumar a la inversa.
Durante el espacio
temporal de ese oasis de vida en los pueblos que es el verano, una ola de calor
ha matado –o ayudado a morir- a más de cinco mil personas en Francia, a cerca
de dos mil en Portugal y así erre que erre. Menos en España que con el ábaco
del gobierno hemos contado cien muertos escasos. Es tal el complejo de culpa
del PP que se defienden hasta de lo que no se les ataca. Pero algo sabemos,
cuando hablan mienten, cuando suman restan. Uno más uno son siete.
martes, 29 de julio de 2003
NACER, MORIR...
De nuevo esta
ventana se ve atravesada por el hachazo invisible y homicida; otro de los
imprescindibles referidos por Bertold Brecht, Chuchi Pereda, yace en las
profundidades de la nada, resuena en el paraíso de la memoria, en el aire de
Valladolid, en las recias aguas del Cantábrico. En su epitafio podremos leer
palabras de lucha desde la clandestinidad hasta ayer mismo, versos de dignidad
en la vida y ante la muerte. Porque la muerte siempre llega, podemos triunfar
en mil batallas pero al final perderemos la guerra; sólo siendo consciente de
eso, sobreponiéndose a la angustia del límite cercano, se puede soñar con la
amanecida del día siguiente. Su muerte deja un rastro de dolor y un aliento
como referente. Dolor para quienes paladearon su presencia, tanto más cuanto
más cotidiana. Referente para la izquierda que camina, como en un bolero,
perdida, sin rumbo y sola; una izquierda que debe transformar desde lo que
existe, tan flexible para adaptarse como inflexible con sus principios.
Llegó el invierno
definitivo a la guarida de Chuchi. Su último recorrido lo hizo acarreado por el
enorme cuerpo de su hermano; el mismo que, mañana mismo hace tres años, condujo
a mi hijo en su primer viaje a mis brazos. Principio y fin. La muerte como
corolario de la vida.
lunes, 30 de junio de 2003
COMPLEJO DE MADRASTRA
El eco que escupe
el espejo, cuando le abordamos con las legañas aún pegadas a los ojos, nos
recuerda que no somos los más guapos, ni los más altos, ni los más listos.
Buscamos, pues, ese ideal inaccesible, esa persona que anhelamos aparezca en el
cristal cuando lo miramos. Creamos referentes ideales, seres admirados, cuando,
en realidad, pretendemos ser parte de ellos, ser ellos mismos. La sublimación
de esa admiración nos genera infelicidad: deseamos ser porque no somos.
De ese reflejo multiplicado surge un icono
social, una persona que se convierte en referente de multitudes. Analizar el
hálito que desprenden nos proporciona un plano de nuestra sociedad. Hoy, en
España, al margen de los bufones televisivos, Florentino Pérez, con su aura de
triunfador, es esa persona. Poco importa si miente –“never, never, never” fue
su respuesta a la pregunta sobre el fichaje de Beckham-, si juega con ventaja
obteniendo activos por sus influencias –480 millones de euros obtenidos de una
dudosa recalificación en este momento de hipersensibilidad tras el escándalo de
la Asamblea de Madrid-, si incumple la
ley –negocia con jugadores cuyo contrato está en vigor a espaldas de sus
clubes-. Poco importa, consigue lo que se propone y guarda las apariencias
encubriendo sus actos en el verbo gótico de Jorge Valdano. Es el mapa de
nuestros valores, la imagen que soñamos refleje nuestro espejo.
sábado, 28 de junio de 2003
¿QUIÉN SALE BENEFICIADO?
Nuestro sistema
electoral cojea. Por un lado elegimos en listas cerradas y bloqueadas a los
representantes en cualquier institución y, por otro, la representatividad de
cada electo es individual e intransferible. Ambos condicionantes unidos hacen
un pan como unas hostias. Votamos a un partido del que conocemos la voz, como
mucho, de quien encabeza la lista y dejamos en manos de una sarta de
advenedizos la responsabilidad de gobernarnos. Si el sistema electoral reconoce
la libertad inviolable por mandato imperativo de cada cargo público, que se
abran las listas, que podamos conocer a priori quién es y qué opina cada uno de
nuestros representantes. Si, por el contrario, hemos de votar a listas de
desconocidos, estos se deberían limitar a obedecer las indicaciones de cada
partido; sería una democracia sesgada, pero es la que tenemos. Lo intolerable
es lo de ahora, individuos que se esconden en el anonimato protector de unas
siglas y que asumen para sí el poder otorgado por el voto de quienes no les
conocen. Terreno abonado para cualquier corruptor. Caldo de cultivo para asumir
el poder negado por las urnas. En cualquier caso, ¿por qué a los emporios
inmobiliarios les interesa tanto que el PP gobierne las instituciones? ¿Por qué
el precio de los pisos se ha disparatado?
lunes, 23 de junio de 2003
TRABAJADOR DE LA CULTURA
El resoplido con el que sello cada artículo
se avino el pasado lunes con el estertor, con la última nota de esa canción que
fue la vida de Compay Segundo. Hijo póstumo de la Cuba española, hermano del
sueño mil veces enterrado de los barbudos; nos deja en herencia una sublime
definición de revolución “el capital más grande de un hombre es poder alegrar a
otros hombres”. Una patada con ritmo de son en los huevos de nuestro
confortable espíritu mercenario. Cada lágrima derramada ante su infinita
quietud es el sudor de las alegrías repartidas al por mayor a lo largo de su
siglo de presencia.
Podría haber escrito sobre el asalto a la
democracia que es el silencio del gobierno, la negativa a ser siquiera
preguntado en el Parlamento acerca de cada uno de sus mil frentes de mentira. O
sobre esa historia de espías y venas cortadas a resultas de la manipulación con
que se nos abocó a la guerra. O de ese misterio insondable que es comprobar,
para los que sufrimos la información basura del dúo Urdaci-Arenas en la TV
pública española, como otra cadena, también pública, la BBC inglesa, cuestiona
abrigada de independencia el papel de su gobierno.
Pero no, no me quemaré –ni les quemaré- la
sangre; escribo paladeando un roncito, seducido por la música de Compay y como
penúltimo homenaje impediré que nada ni nadie perturbe hoy mi felicidad, esa
magia difundida por un trabajador de la cultura.
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