El nombre de Eusebio, en esto del fútbol, se relaciona en función de la generación a la que uno pertenezca. Para los menos jóvenes, la referencia les trasladaría a los años sesenta y recordarían al tremendo delantero mozambiqueño que goleaba como portugués. Los que somos menos mayores apuntaríamos a un chaval de La Seca que hoy entrena a la Real Sociedad. Si ese nombre se pronuncia en Valladolid, tanto da para una u otra generación, sin ni siquiera mentar que la cosa va de fútbol, Eusebio será aquel fino centrocampista que tras dejar aquí huella, partió de Zorrilla para mostrar su talento en los en los escenarios más reputados del fútbol mundial.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
martes, 14 de noviembre de 2017
jueves, 9 de noviembre de 2017
LA MÁXIMA DE GIRÓN
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Imagen tomada de www.merca2.es |
Cuentan que José Antonio Girón de Velasco resumía con una máxima el
modelo de relación que establecía con las personas en función de sus
coyunturales posicionamientos políticos. El que fuera uno de los fundadores de
las JONS, desde su posición de poder, repetía a quien quisiera escucharle: “Al
amigo, el culo; al enemigo, por culo y al indiferente, la legislación
vigente”.
martes, 7 de noviembre de 2017
JO, ¡QUÉ TARDE!
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Foto El Norte de Castilla" |
Hay días en los que uno no está para nada. Haciendo números con los dedos, hubiera salido mucho más a cuenta haberte quedado en la cama. Todo lo que podía salir mal, salió mal. En parte, piensas, es culpa tuya y caminas mentalmente buscando el punto en que las cosas se empezaron a doblar. Buscas y rebuscas leyendo el día hacia atrás –hice esto; poco antes, eso; antes aun, aquello– y terminas dándote cuenta de que hacía un rato que tomaste una mala decisión de apariencia intrascendente pero que a la postre torció el molde que parió tan mal día. Ese lamento no sirve de nada pero es irremediablemente humano. En otras circunstancias, el ejercicio de retrospección puede servir para aprender y no repetir errores pero de los días torcidos poco se puede aprender. Todo lo más, emular a Joseph Minion. Tomar el material del caos, ordenarlo y escribir un guion para que Martin Scorsese lo lleve a la gran pantalla. Así, que un gris empleado pierda el metro a la salida de su trabajo desemboca en una suerte de peripecias que convierten lo que en principio era una intrascendente anécdota en la genial ‘Jo, ¡qué noche!’.
jueves, 2 de noviembre de 2017
JUEGO DEL PAÑUELO
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Rasueros |
Antaño, a las escuelas públicas de Rasueros las llamábamos ‘de José Antonio’, pero no estaban dedicadas al fundador de la Falange sino a uno de sus miembros ilustres, el que fuera Gobernador Civil de Ávila entre el 57 y el 66 del siglo pasado, José Antonio Vaca de Osma. Un nombre que nada nos decía a quienes allí nos desasnábamos. Y eso que el ‘prohombre’ tenía dedicada también la plaza donde se encuentra situado el ayuntamiento. Doblemente dedicada, pues además del nombre, en la plaza existía un pilar sobre el que reposaba un busto del tal Vaca de Osma.
lunes, 30 de octubre de 2017
TEMPESTAD, CALMA, TEMPESTAD
Siempre que las cosas vienen mal dadas aparece una voz amiga que se ampara en la sabiduría popular para recordarnos que tras la tempestad siempre llega la calma. La frase es naturalmente cierta pero no deja de mostrar una visión harto optimista. Con la misma lógica se podría decir que tras la calma siempre llega la tempestad. Ítem más, es en situaciones de (aparente) sosiego cuando se siembran esos vientos que gestan las tormentas.
No hace falta añadir un contexto sobre la situación política en Cataluña, sobre la concatenación de hechos en épocas de (aparente) calma que provocaron otra serie de peripecias cuando rompió la tarde en tormenta. Información ha habido de sobra y cada cual, a estas alturas, tendrá formada su opinión al respecto. Un hecho, sin embargo, cabe ser resaltado: en medio de todo el desbarajuste institucional, con miles de personas defendiendo en las calles posturas más que opuestas, incompatibles, ha habido un respeto escrupuloso (lo que hagan tres no mancha a la sociedad) a la integridad de las personas. Todo, crucemos los dedos, ha discurrido de forma pacífica.
domingo, 29 de octubre de 2017
EX AEQUO
No me sorprendería que más de uno hubiese llegado tarde o se hubiera
perdido alguna proyección por haberse distraído tertuliando en cualquier
terraza. Sí, amigo que lees esto desde fuera de Valladolid, has leído bien: 29
de octubre, Valladolid, terraza. El veranillo de San Miguel se nos está yendo
de las manos. Tanto, que le está empezando a sobrar el diminutivo. Un mes hace
ya de la celebración del santo arcángel y todavía quedan por ahí, paseando por
la calle, gentes en mangas de camisa. Tanto, digo, que a nada que se alargue
tres días más, va a terminar invadiendo la víspera de la noche de difuntos. A este
paso, cuando se explique el Tenorio en las aulas, va a haber que contar a la
chavalería que hubo un tiempo en que lluvias, brumas, nieblas y fríos eran, por
estas fechas, lo más propio en este nuestro páramo de mar adentro. Tanto,
insisto, que hace bueno hasta por la noche. No es aquello de alguna mañana
otoñal que nos alegraba la vista al mostrar el sol luciendo en todo lo alto,
mañanas de un calor mentiroso padre de buenos catarros.
viernes, 27 de octubre de 2017
VIAJAR PARA VIAJAR
Si en dos escenas consecutivas de una misma película, por ejemplo, nos
encontramos a un parado y un ejecutivo diciendo en sus respectivas casas que
van a pasar la mañana en un banco de la Plaza Mayor, todos entenderemos que van
al mismo espacio de la ciudad pero no al mismo sitio. Posiblemente, el uno
sentado, el otro azorado, ninguno se vaya a percatar de la presencia del otro. Y
es que en los diccionarios habita una pléyade de palabras polisémicas. Vocablos
de esos que, dependiendo del ángulo desde el que lancemos nuestra mirada,
significan una cosa u otra radicalmente distinta. Pues bien, en el ámbito político, aún más.
Tanto que me atrevería a decir que este
fenómeno lingüístico se hace extensible a casi todas las palabras. Es así para
los términos más abstractos. ‘Democracia’, ‘libertad’, ‘derecho’ y tantas otras
significan lo que el orador de turno quiere que signifiquen y terminan siendo
piedras que se lanzan contra el adversario. Pero también, y esto tiene su
mérito, cabe la polisemia para las palabras aparentemente más concretas. Un
‘turista’ es una cosa y, al parecer, un ‘turista’ es otra cosa. Una primera
acepción es “Individuo ruidoso, sin modales, que cree que el lugar al que llega
es el espacio ideal para hacer lo que le salga del nardo”. En algunos lugares
se alzan protestas contra su presencia indiscriminada. Al eco de esas voces, el
alcalde de Valladolid lanza un reclamo: si ellos no los quieren, viene a decir
el ínclito munícipe, que los envíen para acá. Claro, el señor Puente entiende
‘turista’ por su segunda acepción: “Persona que, sin alterar el ritmo de la
ciudad de acogida, visita otro lugar diferente al suyo habitual con el fin de
contemplar los encantos de la ciudad receptora y/o disfrutar de las actividades
que en ella se realizan”.
jueves, 26 de octubre de 2017
CONTRADICCIONES SOLO APARENTES
Unos meses antes de que presentase el recurso de inconstitucionalidad
contra un Estatuto de Cataluña recién aprobado por las Cortes Generales, el PP
de Mariano Rajoy hizo lo propio contra la ley de matrimonios entre personas del
mismo sexo. Tiempo después, Rajoy, ya presidente del Gobierno, asistió bien
dispuesto a la boda de un alto cargo de su partido. Una unión de esas que quiso
evitar con aquel recurso porque “el matrimonio es y siempre ha sido una
institución entre un hombre y una mujer para la procreación”. Allí brindó
gustoso y dio los parabienes a la ilusionada pareja. Por esta aparente
contradicción le llovieron bofetadas a mano abierta que le venían de todos los
lados. Hipócrita fue lo más lindo que escuchó.
martes, 24 de octubre de 2017
LAMPARONES Y LISTAS
Nunca probé la coca. Oportunidades, claro, sí se presentaron, pero siempre rechacé ese primer encuentro. Podría pretender presumir y decir que fue una decisión apuntalada en sólidos pilares éticos. Mentiría como un bellaco. Si nunca la probé fue, única y exclusivamente, porque me acechaba un pánico atroz que impedía siquiera la tentación. Un pavor que se alimentaba con dos motores, uno externo y otro interior. El primero era un aparatito de tipo contextual. Llegué a la mayoría de edad en las postrimerías de los 80 y no era difícil constatar las secuelas que las drogas habían dejado en la generación que me precedió. Los golpes en cabeza ajena a veces sirven para activar motores del pánico, para escarmentar. El segundo mecanismo era -sigue siendo- mucho más virulento: mi propia personalidad. No sé decirme que no. Es hoy y sigo sin poder tener en el frigorífico cualquier cosa rica porque no pasa de la noche. Me apetece, lo cojo y ya. Ese ser consciente de como soy es el freno, la alarma que me impide dar pasos en dirección al abismo porque sé que si lo emprendo no tengo vuelta atrás, no hay retorno posible. Déjenme que les cuente un secreto: hubo alguna etapa en mi vida en la que tuve que sostener un enconado enfrentamiento contra mí mismo porque estaba sometido por lo que en mi pueblo llaman un vicio. Un enganche; vamos, una adicción. Quizá caí porque el motor externo no me mantuvo alerta y el interno no se percató del peligro. Tiempos pasados para siempre, espero.
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