miércoles, 9 de septiembre de 2020

DE JUANITO A LA CAIXA

Juanito, el de la Caja, era ‘Juanito’ porque salió con el ‘Juan’ de la pila y nunca alcanzó altura suficiente para que le retiraran el diminutivo. Lo de ‘la Caja’ se refería a su trabajo, allí no era necesario aclarar, en la de Ávila. En realidad, Juanito era la Caja en una decena de pueblos. También, un vecino más del suyo, cabecera de comarca, y un poco paisano en todos los que recorría maletín en mano.

De aquello no ha pasado tanto: con un “corre a hablar con Juanito”, alguno de mi generación consiguió las 100.000 pesetas para el primer ordenador. Pero han pasado diversos torbellinos. El mundo económico exige, exigía ya, crecer y aminorar costes. El mecanismo tiende a la concentración. Algunas cajas de esta tierra se fusionaron. Hasta que la crisis-estafa con la que se cerró la primera década de este siglo mandó todo al traste. No sobrevivieron a la embestida. A aquel modelo de gestión, mamoneos y paternalismos aparte, le reventaron todas las costuras.

miércoles, 26 de agosto de 2020

REFLEJOS, ESCENARIOS Y MEDIOS

Foto "El Norte de Castilla"
La semana que viene ya es septiembre. Las puertas de los colegios volverán abrirse de nuevo de par en par. En principio solo serán unos cuantos, los que esperan que en septiembre cicatricen las heridas de junio, quienes habrán de traspasar el umbral. Poco después, el llamamiento se hará extensivo a todo el alumnado. Las aulas, los pasillos, los patios recuperarán el aroma de la multitud tras medio año de silencio vacío.

Queda apenas nada, pero nada sabemos. Otros años, a estas alturas, hablamos del precio de los libros, de que no le valen los de su hermana, de que súmale el forro, la mochila o los cuadernos. En la prensa se detallaría el gasto medio por alumno, se resaltaría el esfuerzo de las familias. Preocupaciones que suenan a muy viejo ante la actual incertidumbre que nos arrastra a dudar de que vaya a haber clase presencial o, caso de haberla, a temer el portazo cualquier día al poco del arranque.

miércoles, 12 de agosto de 2020

CADA COSA EN SU MOMENTO

Foto de "El Norte de Castilla"
El tiempo para plantear el debate sobre la forma de Estado ha sido hasta ayer y lo volverá a ser mañana; hoy, sin embargo, no toca.

Desde que me recuerdo, deseo con todas mis fuerzas vivir en una España republicana. Anhelo que ese momento ocurra antes de que yo me haya despedido de la vida, verlo con mis ojos, pasear en él.

Pero quiero que ese día llegue por asunción mayoritaria de una idea, de unos principios, por una decisión sólidamente meditada, de forma que el tránsito de monarquía a república sea un camino sin retorno, un proceso irreversible, y no como ocurrió en las dos experiencias republicanas anteriores. 

miércoles, 29 de julio de 2020

NO ES TAN SOLO EL TROZO

Foto "El Norte de Castilla"

No podía ser de otra forma cuando en el ámbito de la UE se aprueban medidas para repartir la pana. La lectura que se nos ofrece, por la dirigencia política y subsidiariamente por los medios de comunicación, muestra un escenario posbélico en el que unos son presentados como vencedores y otros como vencidos en función de la cantidad de dinero que hayan sido capaces de acercar a sus países respectivos. No digo que no sea una lectura válida, obviamente lo es, no es lo mismo que haya o no fondos para realizar tal o cual proyecto, abordar tal o cual emergencia… pero muestra una visión demasiado restrictiva. Una visión que oscurece el debate político de fondo y presenta como un juego de mesa cuyo objeto consiste en arrancar un pedacito algo más grande del pastel.

martes, 21 de julio de 2020

A SABER CÓMO

Imagen "El Norte de Castilla"
Resulta imposible trazar la frontera que separa lo cobarde de lo prudente, lo valiente de lo temerario, lo terco de lo tenaz. Imposible, no por la dificultad, sino porque tal límite no existe.  En realidad estamos ante pares de palabras cuyos significados se solapan, ante binomios de vocablos que comparten un enorme espacio de intersección en el que bien pudieran ser considerados sinónimos. Tan es así, que en ese amplio territorio común elegimos uno u otro término en función de la querencia de quién relata la acción del protagonista de los hechos o, más habitualmente, en función del resultado final de los aconteceres que se narran. Así, cuando pretendemos ensalzar, ya digo, por aprecio o por su buen final, utilizamos las connotaciones elogiosas de ‘prudente’, ‘valiente’ o ‘tenaz’; ahora bien, si buscamos perfiles peyorativos elegimos ‘cobarde’, ‘temerario’ o ‘terco’.

sábado, 18 de julio de 2020

FUEGO AMIGO

Foto "El Norte de Castilla"

Tendré que preguntar a alguno de mis vecinos gitanos si es verdad que en sus comunidades interpretan como mal augurio que sus hijos tengan buenos comienzos porque, a decir verdad, no sé si es cierto que creen el dicho que se les atribuye o se trata de una simple invención: siempre que lo escuche fue, sí, referido a los gitanos, por boca de payos. Si me confirman que asumen como propia tal convicción, indagaré con el fin de comprender si  estamos ante una mera superstición o alguna regla de tres ceñida a la observación, vaya: el haber comprobado que arrancar muy bien en un ámbito determinado resta atención, merma voluntad y desprecia la precaución, potencias todas ellas necesarias para enfrentarse a los inexorables envites que se habrán de encarar. En caso de que la respuesta se decantara por esta última opción, me tropezaría con una duda sobre la relación inversa: empezar bien es garantía de un mal remate, vale, pero ¿se puede afirmar que un mal comienzo es aval suficiente para determinar un final como de película de Hollywood?

miércoles, 15 de julio de 2020

NO ES ASUNTO MENOR

Foto "El Norte de Castilla"
Huelga recordar que durante tres meses nos vimos obligados a restringir nuestra capacidad de movimiento. El Gobierno impuso unas pautas de comportamiento que cercenaban nuestra capacidad de acción. Pese a que tales límites rompían con nuestras rutinas, alicortaban nuestro espacio de decisión, nunca entendí que ‘la libertad’ en su sentido colectivo, ‘mi libertad’ en el aspecto individual, se pusiera en entredicho. Por un lado, existía un bien superior que salvaguardar e imponer las restricciones exigía un importante consenso político y una aprobación judicial; por otro, seguíamos siendo nosotros mismos sin coto en nuestros derechos civiles y políticos.

domingo, 12 de julio de 2020

CORAZÓN PARA MUCHO MÁS

Foto "El Norte de Castilla"
Cada año me gusta menos este partido. Me chirría el enfrentamiento entre mi pasión y una realidad que me ha ido invadiendo cada poro. Por un lado, soy del Barça desde que tengo consciencia de mí. Recuerdo, por ejemplo, el día que se jugaba la final del Mundial de Argentina, Don Rufino, el cura de mi Rasueros, me preguntó que quién quería que ganase aquel partido. Holanda, dije sin pensar y con la certeza de que era una pregunta inocua, sin trampa ni cartón. No había terminado de decirlo y ya había dibujados cinco dedos en mi cara. Mientras yo trataba de rehacerme sin entender nada, levantó la voz y me explicó la bofetada. En resumen, que un niño católico y español no debía querer que unos protestantes que renegaron de España y la guerrearon se impusieran, aun en un simple partido de fútbol, a un país hermano en la fe, la lengua y la historia. Yo traté de justificarme, “es que juega Neeskens y es del Barça”. 

miércoles, 8 de julio de 2020

MÓVIL, A SECAS

Foto "El Norte de Castilla"
Alicia rompió aguas a eso de las dos o tres de la mañana de una noche de la que en tres semanas se cumplirán veinte años. Inmediatamente cogimos un taxi que nos acercó a la antigua Residencia. Hasta que no fue bien de día no llamé por teléfono ni a sus padres ni a los míos para informarles de la inminencia de su llegada al estado de ‘abuelez’. Por aquel entonces ya existían los teléfonos móviles, pero en su uso aún nos regíamos por los ritmos, los usos y las normas sociales previos -los de los tiempos del viejo teléfono de cable-, esos que advertían de que por la noche, más allá de las 10, salvo causa de fuerza muy mayor, no se llamaba a casa de nadie. Y causa de fuerza mayor era causa de fuerza mayor, esto es, una perentoria necesidad de acudir a la persona a la que se violentaba. Por eso, un ring a destiempo era recibido con un respingo; nada bueno podía ser. 

La hora de comer también era sagrada, pero de otra forma. Llamar en ese momento era un indicativo de mala educación. En muchas casas, de hecho, mientras se estaba a la mesa, no se cogía el teléfono por más que sonase. Estaba rotundamente prohibido. Todo podía esperar a las horas ‘decentes’: hasta informar del fallecimiento de un ser querido.