Referida como está al R. Valladolid, esta sentencia admite de inicio una circunstancia: futbolísticamente es peor que los rivales contra los que ha jugado, que la mayoría de los oponentes a los que habrá de enfrentarse. Y todos, en este contexto, entendemos el significado de ‘peores’. Bueno es asumir la realidad, no como flagelo sino como punto de apoyo para voltearla. El ser peor es una fotografía, una imagen estática. Cabe la evolución, lo que es hoy, mañana puede dejar de ser. Ser peor en una faceta, no conlleva ser menos espabilado. Y en el fútbol, la viveza aporta los frutos que un talento amorfo va perdiendo por el camino. Ser peor, como suma de calidades individuales, no supone que el resultado final sea también peor. Un bloque es un ecosistema, no el simple resultado de una adición de piezas. Al fin, ser peor no implica carecer de virtudes. Detectarlas y explotarlas, labor asumible, se convierte en obligación.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
domingo, 21 de agosto de 2022
LA CONDENA DE SER PEOR NO CONDENA
martes, 16 de agosto de 2022
DEMASIADO FRÁGIL
Conoce la teoría, como su interlocutor, como el resto de la chavalería, pero solo la plantea en el momento que le beneficia.
domingo, 14 de agosto de 2022
INICIO Y REINICIO: SALIR A TODA TRALLA
martes, 9 de agosto de 2022
SIN TERMINAR DE REPARTIR
Los días van siendo más cortos, pero apenas se percibe. Más que nada, porque habitualmente en esta parte del año suele ser tan aprovechable el día como la noche. Habitualmente, porque este año -y amenazan con que este es frío comparándolo los venideros- la calle se ha convertido en una bombilla: si la tocas cuando la luz está encendida, te quemas.
Y en estas, intempestivamente, cuando las aulas permanecerán
aún cerradas más de un mes, cuando en la
mayoría de los pueblos aguarda el cohete cuyo estruendo anuncia el arranque de
las fiestas, aunque el cuerpo no lo pida, la liga de fútbol se hace presente.
El tiempo de estricta preparación, la pretemporada, se da por concluida. Las
próximas balas no serán de fogueo. Paradójicamente, permanecerá abierto el
plazo en el que se puede modificar la composición de las plantillas. Empieza la
partida sin que los entrenadores, Pacheta en lo que nos atañe, puedan haber
visto todas las cartas de que dispondrán.
Lo visto hasta ahora no da una perspectiva cabal de lo que
puede ser este equipo una vez entrada la temporada, pero alguna pista deja y
alguna duda asalta. La base del grupo radica en la plantilla con la que se
ascendió, un grupo –entrenador incluido- conformado para Segunda. De hecho,
tres de los asuntos noticiosos han sido que tres jugadores. Iván, Monchu y Plata,
que ya estaban, bien que con cartel de cedidos, seguirán. Las otras dos
noticias, la llegada de Asenjo y Escudero, son gratas por la ligazón de uno con
el club y del otro con la tierra. Aportan veteranía y, si el físico se lo
permite, fortalecerán el nivel del grupo. En espera de los últimos ajustes, me
temo que el grupo se queda cualitativamente corto para la exigencia que habrá
de enfrentar.
El factor Pacheta es seminuevo. Hemos asimilado su filosofía,
hemos ido descubriendo sus puntos fuertes y los que lo son menos…, pero el reto
al que se enfrenta, la Primera, es tan diferente que no podemos ni intuir las
ideas de juego que manejará. Lo que tanto le escuchamos la temporada pasada
sirve frente a equipos de menor nivel; sin embargo, ante los grandes, enormes y
temerosos puede que se desvanezca lo de “mirar siempre para adelante” o lo de “si
metemos el primero, buscaremos el segundo”.
Del fútbol visto en los partidos disputados, poco se puede
extraer. No es el objetivo de la pretemporada mostrar sino interiorizar la
idea, comprender cómo llevarla a la práctica y mecanizar determinados
movimientos. En fin, engranar. Eso sí, que los últimos cuatro, los disputados
ante rivales de mayor fuste, hayan concluido sin goles resulta sorprendente,
pero no será premonitorio. No creamos que la defensa es inexpugnable ni nos
alarmemos temiendo que esta delantera no será capaz de marcar gol alguno.
La pretemporada no ha sido muy estimulante, es cierto, en
cualquier caso podemos quedarnos con una cita de ‘El indulto’, película de J.L. Sáenz de Heredia basada en
un relato de Emilia Pardo Bazán: “La felicidad no siempre viene con música
alegre”.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 08-08-2022
martes, 2 de agosto de 2022
NUDO AL CUELLO
Nunca me la puse, pero no por haberlo interpretado entonces como un acto de juvenil rebeldía, no por un actual empecinarme, sino porque jamás sentí la necesidad de anudarme una corbata. El ‘nunca’, eso sí, arrastra una excepción de cuando burbujeaban las carnestolendas pucelanas en la carpa instalada en San Agustín. Puede que entendiese la corbata, cuando no era laboralmente obligatoria, como una marca aspiracional masculina, pero tampoco era algo que me devanase la sesera. Es más causa de no ponérmela el que mi cuello paquidérmico no me permite ni abrochar la camisa. Eso sí, puesta o no, continúo sin saber qué aporta.
Por tanto, el anuncio del presidente del Gobierno al respecto de quitarse la corbata no me incumbió en lo concreto pero me preocupó en lo general. No encuentro sentido a un modo de hacer política basada en anuncios aparentemente atolondrados que suenan más a ocurrencia que a plan. Cuando no a táctica de distracción.
martes, 19 de julio de 2022
GRACIAS
Pero nunca será posible ser independiente ni aportar tanto como -la mayoría- recibimos. ¿Cómo, si no, se puede pagar la vida de Daniel Gullón Varas, el brigadista víctima del fuego en Ferreruela de Tábara?
martes, 5 de julio de 2022
ASÍ NO
No busquen soluciones en esta ventanilla. Si no las encuentro ni para mí, malo será que pueda atinar con un plan idóneo para apañar cualquier desbarajuste. Cuento lo que veo, me limito a exponer lo que en función de ello siento y pienso.
Hace poco más de cuatro años, el gobierno español, aduciendo unas obvias razones humanitarias, ofreció el puerto de Valencia al Aquarius y dos barcos escolta para que atracasen, brindó atención y acogida a las más de 600 personas que vagaban a la deriva en las aguas del Mediterráneo, después de que Matteo Salvini, Ministro del Interior de Italia, denegase el acceso a puerto italiano alguno. Decíamos entonces que en el ámbito de la Unión Europea ese gesto podría ser la puerta de una solución definitiva en su frontera sur, la de mayor desigualdad del planeta, o un hecho aislado sin más valor –que ya es- que el del rescate concreto.
martes, 21 de junio de 2022
AHORRO O VOLADURA
En estas, somos muchas las personas que en lo concreto no
conocemos –no tenemos por qué- la aportación de determinados organismos creados
a la sombra de las instituciones públicas, de forma paralela o tangencial a
estas. Nos cuesta a los ciudadanitos de a pie saber cuál es el cometido que
desempeñan y eso, cuando se los ataca, los deja inermes, expuestos a que un
golpe los derribe.
En las buenas, cuando el clima social parece calmo, la actividad de estos entes pasa inadvertida y es apenas cuestionada fuera de su ámbito de responsabilidad. Ahora no son esos tiempos. Es de zozobra, que no de calma, el impulso que llega desde la Junta.
martes, 14 de junio de 2022
SOMOS HISTORIA Y MUSEO
Repetimos asiduamente una frase del filósofo George Santayana, “los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla”. Pero, quizá por clasismo, la traemos a colación en sentido inverso al que fue enunciada, arguyendo que el simple hecho de haber estudiado evita el peligro de volver a las andadas. El humano, como el escorpión, no puede dejar de actuar en contra de su naturaleza: generación tras generación, repetirá inexorablemente sus comportamientos. Conviene tener en cuenta un matiz, con su aforismo, Santayana se limita a plantear los comportamientos deleznables -de ahí ese ‘condenados’-, pero la historia también está repleta de momentos, actuaciones y procederes que merecen ser conocidos precisamente para poderlos repetir.
Lo que en realidad en estas tierras impide repetir la historia es la falta de protagonistas jóvenes. Bastante tienen buena parte de nuestros municipios con esperar dignamente el final como para andar pensando en recrear aventuras históricas. En recrear de verdad, digo; que para rememorar y representar sí nos da. Nuestra meseta, con sus diversas denominaciones, con sus líneas fronterizas móviles, exuda historia hasta el punto de que resulta imposible acordarnos de todos los nombres, de todos los hechos. Nos ocurre como a la señora que hacía de guía en la iglesia de Santa Eulalia de Paredes de Nava cuando de niño la visité por primera vez. La mujer, entre historias de Jorge Manrique, tablas de Pedro Berruguete y un calvario de la escuela de su hijo Alonso, olvidaba algún dato. Para mantener la dinámica de su relato memorístico, convertía al autor olvidado en anónimo y pasaba sin más a la siguiente obra.
Somos historia. Con solo mirar a nuestro alrededor observamos que ella misma ha conformado un museo inabarcable, que en cada municipio hay una Iglesia o parte de ella, un castillo o lo que queda de él, que dan fe de lo ocurrido. Pero que den fe no es sinónimo de que se les haya hecho mucho caso. Un inventario de lo perdido superaría a otro en el que se listara lo que queda. Mantener todo ese acervo es un deseo comúnmente repetido, pero siempre nos queda la abierta la posibilidad de ir más allá, de no solo mantenerlo sino de mostrarlo, de obtener rédito del pasado y de sus vestigios. En buena parte se ha conseguido, aunque siempre parezca poco. Al fin y al cabo esta época es -como definió la monja agustina del Monasterio de Nuestra Señora de Gracia de Madrigal de las Altas Torres que me mostró ese edificio en que nació Isabel I de Castilla- la del turismo. Y este trasiego de visitantes, convertido en industria, siempre parece poco.
Quizá cabe aspirar a más, pero no a mucho más. No son pocas las veces que escuché que no sabemos vender lo propio. Como contraejemplo, el de Tazones (Asturias)- simplemente porque Carlos I desembarcó allí- lo celebran en agosto y acuden miles de personas. O en la otra punta del mapa, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), sacan más rédito al supuesto de que desde allí Isabel I viese por primera vez el mar que Madrigal a su nacimiento. No extraña, casi nadie recuerda que en un derruido monasterio de esta misma localidad, Fray Luis de León fue elegido provincial de Castilla de los agustinos y poco más de una semana después falleció allí mismo.
En cualquier caso, no es demérito. El turismo cultural nunca será de masas. Y cuando acuden muchos –Tazones, Sanlúcar- es porque al lado está la playa. Podrán decir que Madrid no la tiene, ni París, ni Roma, ni Berlín. Pero son grandes ciudades con una inmensa oferta de ocio, epicentro del gran turismo.
Es verdad que si nos ponemos, nos ponemos. Si se trata de valorar lo nuestro, sea esto como sea, el ejemplo es Rágama. Allí, en la población en que las intrigas del que sería Juan II de Aragón condujeron al secuestro de Juan II de Castilla, se alza un pequeño monumento donde se resalta la figura del local Francisco de Carvajal, ‘el Demonio de los Andes’, participante en “la empresa de España en Indias” porque “hizo gala de crueldad”. Eso sí, “una crueldad acompañada de un peculiar sentido del humor”. El que no presume es porque no quiere.
Publicado en el suplemento Municipalismo de El Norte de Castilla