martes, 14 de junio de 2022

SOMOS HISTORIA Y MUSEO

Repetimos asiduamente una frase del filósofo George Santayana, “los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla”. Pero, quizá por clasismo, la traemos a colación en sentido inverso al que fue enunciada, arguyendo que el simple hecho de haber estudiado evita el peligro de volver a las andadas. El humano, como el escorpión, no puede dejar de actuar en contra de su naturaleza: generación tras generación, repetirá inexorablemente sus comportamientos. Conviene tener en cuenta un matiz, con su aforismo, Santayana se limita a plantear los comportamientos deleznables -de ahí ese ‘condenados’-, pero la historia también está repleta de momentos, actuaciones y procederes que merecen ser conocidos precisamente para poderlos repetir.

Lo que en realidad en estas tierras impide repetir la historia es la falta de protagonistas jóvenes. Bastante tienen buena parte de nuestros municipios con esperar dignamente el final como para andar pensando en recrear aventuras históricas. En recrear de verdad, digo; que para rememorar y representar sí nos da. Nuestra meseta, con sus diversas denominaciones, con sus líneas fronterizas móviles, exuda historia hasta el punto de que resulta imposible acordarnos de todos los nombres, de todos los hechos. Nos ocurre como a la señora que hacía de guía en la iglesia de Santa Eulalia de Paredes de Nava cuando de niño la visité por primera vez. La mujer, entre historias de Jorge Manrique, tablas de Pedro Berruguete y un calvario de la escuela de su hijo Alonso, olvidaba algún dato. Para mantener la dinámica de su relato memorístico, convertía al autor olvidado en anónimo y pasaba sin más a la siguiente obra.

Somos historia. Con solo mirar a nuestro alrededor observamos que ella misma ha conformado un museo inabarcable, que en cada municipio hay una Iglesia o parte de ella, un castillo o lo que queda de él, que dan fe de lo ocurrido. Pero que den fe no es sinónimo de que se les haya hecho mucho caso. Un inventario de lo perdido superaría a otro en el que se listara lo que queda. Mantener todo ese acervo es un deseo comúnmente repetido, pero siempre nos queda la abierta la posibilidad de ir más allá, de no solo mantenerlo sino de mostrarlo, de obtener rédito del pasado y de sus vestigios. En buena parte se ha conseguido, aunque siempre parezca poco. Al fin y al cabo esta época es -como definió la monja agustina del Monasterio de Nuestra Señora de Gracia de Madrigal de las Altas Torres que me mostró ese edificio en que nació Isabel I de Castilla- la del turismo. Y este trasiego de visitantes, convertido en industria, siempre parece poco.

Quizá cabe aspirar a más, pero no a mucho más. No son pocas las veces que escuché que no sabemos vender lo propio. Como contraejemplo, el de Tazones (Asturias)- simplemente porque Carlos I desembarcó allí- lo celebran en agosto y acuden miles de personas. O en la otra punta del mapa, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), sacan más rédito al supuesto de que desde allí Isabel I viese por primera vez el mar que Madrigal a su nacimiento. No extraña, casi nadie recuerda que en un derruido monasterio de esta misma localidad, Fray Luis de León fue elegido provincial de Castilla de los agustinos y poco más de una semana después falleció allí mismo.

En cualquier caso, no es demérito. El turismo cultural nunca será de masas. Y cuando acuden muchos –Tazones, Sanlúcar- es porque al lado está la playa. Podrán decir que Madrid no la tiene, ni París, ni Roma, ni Berlín. Pero son grandes ciudades con una inmensa oferta de ocio, epicentro del gran turismo.  

Es verdad que si nos ponemos, nos ponemos. Si se trata de valorar lo nuestro, sea esto como sea, el ejemplo es Rágama. Allí, en la población en que las intrigas del que sería Juan II de Aragón condujeron al secuestro de Juan II de Castilla, se alza un pequeño monumento donde se resalta la figura del local  Francisco de Carvajal, ‘el Demonio de los Andes’, participante en “la empresa de España en Indias” porque “hizo gala de crueldad”. Eso sí, “una crueldad acompañada de un peculiar sentido del humor”. El que no presume es porque no quiere. 


Publicado en el suplemento Municipalismo de El Norte de Castilla

lunes, 6 de junio de 2022

LA FÁBRICA DE GALLETAS

Antes de que Tim Burton nos la mostrase en “Charlie y la fábrica de chocolate”, yo ya imaginaba industrias en las que se empaquetaba la alegría para trasportarla a todas las casas donde hubiera niños. Me valía con la sugerencia del lugar, con leer en cada caja de galletas así de corrido -Venta de Baños, Palencia; la Carolina, Jaén- el nombre de aquellas ciudades para convertirlas en referencias míticas. Porque ciudades habrían de ser si en vez de vacas, ovejas y tierras de labor, albergaban fábricas desde las que saldrían camiones que recorrerían todo el país para que a nadie le faltase por la mañana media docena de galletas Siro.

La información de la paralización resonó como granizada en junio. No nos van quedando ni los recuerdos, y al parecer tampoco hay aire que los sustituya.

lunes, 30 de mayo de 2022

Y OCURRIÓ...DESPUÉS DE CUMPLIR

En esto consiste eso que nunca supe hacer, competir: la temporada del Pucela, con sus 81 puntazos, hubiera sido la misma si el Eibar hubiera ganado. Pero perdió y así todo fue distinto, llegó la apoteosis del ascenso.

Los días previos, mientras la gente más optimista contaba con el error que propiciara este colofón, otros mirábamos atrás contemplando lo perdido, lo que pudo haber sido y no fue. Escuchas que esta melancolía no tiene sentido, pero te empeñas en revivir cada Amorebieta, Burgos o Real Sociedad B de tu vida. A veces, de repente sucede algo que, sin estar en tu mano, reconduce la situación. Y ocurrió en Alcorcón como pudo haber sido en Leganés. Justicia poética, la periferia de Madrid –nosotros somos periferia de la periferia– es algo nuestra tierra. Al fin, creció con oleadas que partieron también desde aquí. No serán pocos quienes allí también celebran.

martes, 24 de mayo de 2022

REGLA DE UNA

Así como me ven, tengo pánico al dolor, solo pensar en tener que sufrir alguno con cierto grado de intensidad, el cuerpo se me descompone. Admiro, por lo mismo, a esas miles de personas que, pudiendo haberlo evitado, tomaron decisiones que les podían suponer algún tipo de tortura. Los admiro por asumirlo y por haber tenido la suficiente fuerza para entenderse a sí mismos como capaces de sostener el tormento en silencio. Yo no soy de ese grupo, a la menor amenaza me derrumbo. Si llegase, no lo permitamos, otra tiranía, no me encarguen guardar secretos, sería como cerrar un cofre con un alambre enroscado. Con el dolor por enfermedad no es distinto, a nada que sea, me apoco. Me da menos miedo pensar en morirme que en soportar un duro trasiego para abandonar la vida. Ya ven, todo un hombretón en apariencia y a las primeras de cambio me quedo en nada.

domingo, 22 de mayo de 2022

AHORA JUGAMOS DOS DÉCIMOS DE LOTERÍA

De niños aprendimos que, jugando, el tiempo vuela cuando, casi sin habernos enterado, se nos había echado la noche encima y tenía que venir alguna madre a ponernos punto final mediante alguna pregunta capciosa: '¿no tenéis casa?' o '¿no os cansáis de la pelotita?'. Otra cosa era estudiando, ahí los minutos se atrancaban, les costaba moverse. Nos quedamos con ese aprendizaje: de mayores, jugando, tenemos la misma sensación de celeridad temporal. La cabeza se libera, parece cómoda y se olvida del contexto que rodea. Mientras los que, con algún interés, observamos desde fuera que vivimos en la angustia de lo que puede suceder, de lo que ocurre en otros lares y nos afecta, los protagonistas son capaces de centrarse en el partido sin mayor cortapisa que la dificultad del partido en cuestión. Es más, en lo que nos mordemos las uñas, ellos parecen vivir con tranquilidad las vicisitudes del juego.

sábado, 14 de mayo de 2022

EN MANOS DE OTROS, LEY DE VIDA

La crónica, el juicio, la valoración, la historia de lo que hagamos depende de nosotros pero no exclusivamente. Al final, se nos mide en función de lo que sucede alrededor y ese contexto, al que en poco o nada podemos influir, decidirá incluso sobre nuestra existencia. Si echan la vista atrás comprobarán que su trabajo, pareja, ciudad... es la que es porque alguien hizo o dejó de hacer algo que le abrió el camino, la decisión tomada o la obligación de cambiar de propósito. Y aun así, o por eso, se trata de estar preparado tanto si es que sí como si no para encontrar el mejor camino posible y tener la potestad de elegir mientras andamos.

En ello se encuentra el Pucela. Sin jugar, juega en Leganés –miro de reojo–. La historia recordará que ascendió directamente o que no y al final será el acierto o el error de otro el que grabe esas letras en oro o carbón, será otro el que conforme la imagen que al futuro proyectarán Pacheta y su plantilla. Su labor consiste en dar todo lo más de sí para encontrar ese mejor camino posible. Quizá, visto el partido ante la Ponfe, sea esa la sensación más grata. Tras un bajón en que puso en entredicho cualquier perspectiva halagüeña, el equipo se ha rearmado. Así, si no a la primera, se apuntalan opciones de cara a la segunda. De llegar, la plantilla mirará de frente la promoción sabiéndose fuerte. Y si tampoco, el refuerzo de la conexión entre la ciudad y el equipo digerirá lo que sea. Y a seguir. Algo como que 'la suma de fracasos también es un éxito escuché a 'El Naán' en el concierto de San Pedro Regalado en la Plaza Mayor.

El resultado se puso de cara nada más arrancar el partido y se redondeó mediada la segunda mitad. En ambos casos, el portero rival fue un amigo. Insisto, tu triunfo no solo depende de tu buen hacer; el azar, un mal día de otro, te lo ofrecen en bandeja. Se apreciaron modificaciones estilísticas: los laterales partían de más arriba; por ende, los extremos se venían al interior y los centrales se separaban muchos metros. Pero me quedo con una imagen de El Yamiq. Dijo Maldini de Puyol que era un jugador que metía la cabeza donde otros no se atreverían a meter el pie. Bien, el marroquí demostró ser de esa especie: despejó con la cabeza desde el suelo cuando el delantero rival iba a golpear el balón. Y se puso de pie sin darse importancia. Eso es lo que depende de él, más de lo que le podemos pedir. Lo demás...

Publicado en "El Norte de Castilla" el 14-05-2022

miércoles, 11 de mayo de 2022

ÉRAMOS MUCHOS

Las noticias no terminan de escribirse al colocar el punto final sino que recobran vida y se amplían tras cada lectura porque quien las lee termina por hacerlas suyas, incorporando conocimiento o reflexión. Un artículo de ayer lunes firmado en este Norte por Sofía Fernández aporta datos a lo que vemos: el progresivo aumento estadístico de la edad a la que las mujeres se convierten en madres. Los números que presenta se ciñen a Valladolid pero podemos extrapolar a la comunidad y, bien que con algún matiz, a todo el país.

A mí, miembro del baby boom 57-77,  la lectura me lleva a comparar mi nacimiento con el de un potencial nieto. Cabe un parecido eterno. Por mucha o poca libertad que creamos disfrutar, las circunstancias son claves en las decisiones. Permítanme ir a Marx,  la vida material condiciona el proceso de la vida social”. Nosotros fuimos muchos porque llegamos tras una posguerra cruel por la -entre muertos y movilizados- ausencia de varones jóvenes. Somos hijos de la alegría del después, bien tratados por los avances médicos que casi anularon la mortalidad infantil. Catorce millones nacimos en esos veinte años. Ya hablaremos de las pensiones, que los de aquella explosión demográfica somos ‘old boom’ y tenemos 20 años más de esperanza de vida.

domingo, 8 de mayo de 2022

TAN TORPE PARA ESCALAR COMO DIFÍCIL DE MATAR

Mi cabeza hila cosas sin aparente conexión de forma que me brotan emociones que no se corresponden con lo que parece natural en el contexto. Así, tras el triunfo del Pucela, me ha asaltado la añoranza por un chiquillo al que antaño di clases y que demasiado pronto abandonó este mundo. La victoria obligará a estar pendientes de otros partidos que se irán disputando en diversos puntos de España. «Toca repasar Geografía» –me dije. E inmediatamente se impuso la memoria. El muchacho tenía un examen de capitales europeas. «Me las sé todas, pregúntamelas». Y a ello fui. Él las clavaba. Que si Alemania, Berlín; que si Polonia, Varsovia... Hasta Holanda, que todavía no era Países Bajos. Con la chispa en los ojos de la absoluta convicción respondió «Ajax», Y claro, me partí de risa. El fútbol enseña Geografía pero propicia algún que otro error.

martes, 3 de mayo de 2022

MÁS LÓGICA QUE KARMA

Si ya me cuesta creer en la de aquí, hasta el punto de no hacerlo, mucho más en las religiones que han ido llegando de otros lares. Ni siquiera en esas pequeñas dosis conceptuales a las que en nuestras sociedades hemos ido dando carta de naturaleza. Y eso por más que a veces alguna resulte pintiparada para determinadas explicaciones. No será pequeña la parte de la afición que al terminar el partido ante la Real Sociedad B apelara a la mala fortuna. No faltaría razón, el rival, con apenas un par de acercamientos, anotó dos goles. Con mucho más, el Pucela logró menos.

Recordando el partido previo, el de Miranda, cabría apelar al karma, ese espíritu de la justicia que condiciona la vida futura a los actos de las anteriores. Dios o la ley de la naturaleza, según hablemos de las creencias de hindúes o budistas, habría retribuido en justa compensación. La realidad, sin embargo, es más prosaica, el azar es un elemento cardinal en este juego que de tanto en tanto permite al merecimiento y al resultado convivir enfrentados. En Miranda la moneda cayó mostrando la cara; ante la RSB, la cruz. Ahora bien, cabe otra interpretación: el Pucela no ganó por tres motivos. De una parte, no estuvo acertado en los momentos decisivos. Atacó, incidió, generó fútbol, pero apenas supo rematar lo que creaba. En el área propia, no supo defender en las dos ocasiones en que fue requerido. Se aculó hasta el punto de que un defensor, El Yamiq, haciendo casi de portero, fuera el último jugador en tocar el balón antes de que entrara. De otra, que no supo entender el partido como diferente a los anteriores.