sábado, 14 de diciembre de 2024

FINAL FELIZ PARA DENTRO DE UN DRAMA

No fueron pocos los avatares que dificultaron la llegada del inventor hasta el portón del edificio que albergaba, alguna planta arriba, la emisora de radio desde la que se emitía el programa que acababa de lanzar al aire un reto que, de alcanzarlo, supondría una pausa en su penuria, un estímulo en su desempeño científico, quizá la última esperanza a la que agarrarse antes de una tan meditada como temida rendición: tres mil pesetas. Él, imbuido en su labor, desasosegado por la incapacidad de patentar un novedoso modelo de pistón automovilístico, alicaído ante la certeza asumida de que los americanos –que lo habrían de desarrollar después– se atribuyesen el prestigio y el rédito del ingenio, no atendía a estas bagatelas, pero... Pero de repente, en el exiguo laboratorio en el que este modesto investigador interpretado por José Isbert se devana la sesera, irrumpe la figura alborozada de José Ortas encarnando a su amigo, suponemos que ha compartido penas y aflicciones, que se duele ante el desconsuelo del compañero al que admira, que la noticia que porta le reconforta tanto o más por brindar una alegría al colega que si el alivio fuera para él.

domingo, 8 de diciembre de 2024

TIRANDO DE TÓPICO: SI PUDO SER...

Entre tópicos que disuelven el conocimiento, chascarrillos que alientan una sonrisa y estereotipos que aglutinan con idéntico adjetivo a los nombres que comparten procedencia, compilamos herramientas suficientes para armar una buena conversación de ascensor, de barra de bar o para salir al paso ante cualquier encuentro casual. El fútbol, ajeno a nada, mimético a todo, atiborra el lenguaje que le relata de aforismos en los que los interlocutores se refugian en cuanto la ocasión lo requiere. Que si el que perdona termina perdiendo, que si el mejor ataque es una buena defensa –o viceversa–, que si las estadísticas están para romperse... Cápsulas de supuesta sabiduría que cualquier análisis sustentado en el método científico habría desechado ante la insistencia de la realidad en refutar la aparente certeza que contienen. Pero los designios de la esperanza rehúsan cualquier metodología amparada en la razón. El hecho de que insistamos –otro aforismo– en que la esperanza es lo último que se pierde evidencia que, incluso cuando el intelecto descarta la aparición de algún remedio, albergamos un hálito de ilusión que mantiene viva nuestra esperanza. De esta forma, para mantener encendida la llama, nos amparamos en el optimismo de los tópicos aferrándonos a que en algún caso pudieron haberse mostrado ciertos; olvidando que la usanza, recurrentemente, los ha desmentido.

martes, 3 de diciembre de 2024

VIRGENCITA, VIRGENCITA…

Hasta hace cuatro días observábamos Alemania desde abajo. Ya no solo en términos económicos, circunstancia que, pese a algunos datos coyunturales, se mantiene; también en el social, el cultural, el político… Extendíamos a cualquier vertiente aquel laudo referido al fútbol -perdónenme, en esta sección no toca- del jugador inglés Gary Lineker: “el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y siempre gana Alemania”. Ahora, hasta allí, país impulsor, motor, corazón, esencia de la Unión, han vuelto al cuero para confeccionar los collares de los perros: las longanizas no alcanzan.

lunes, 2 de diciembre de 2024

EL LOBO PERDIÓ EL PELO

Las correcciones de Doña Margarita constaban simplemente de tres registros: la 'B' de bien, que refrendaba las tareas correctamente efectuadas; la 'M' de mal, que denunciaba la impericia del artista; y la 'R' que se apoderaba de todo ese vasto territorio intermedio nominado con el vago concepto de 'regular'. Regular; ni bien del todo, ni del todo mal, entendí, y me satisfizo la definición. Hasta que viendo la retransmisión, tal vez solo el resumen, de una etapa de la Vuelta escuché que se obsequiaba con un galardón y, con parecerles poco, se distinguía con una camiseta de un color especial al que obtenía el premio de la regularidad. Colapsé. Se otorgaba un reconocimiento a un ciclista por no hacerlo ni bien ni mal.

sábado, 23 de noviembre de 2024

TRISTE DIGESTIÓN DE ARENA

Mientras deglutía el bocadillo de arena servido por el Getafe y el Valladolid, rondaba por mi cabeza la idea de proponer al director de El Norte de Castilla, de cara a próximos enfrentamientos entre estos dos equipos, que, a cambio de eludir masticar más tierra, me comprometía ese día a maquetar las esquelas.

De repente, no sé cómo, emergió la imagen agreste, montaraz, imponente, de Luis Zahera en la película de Sorogoyen 'As bestas' encarnando a un malencarado Xan Anta cuya mirada sentenciaba con visos de cumplir su funesta amenaza a un petulante Antoine Denis interpretado por Denis Ménochet.

miércoles, 20 de noviembre de 2024

PERO NI UN PASO MÁS



Manifestación en Burgos contra la eliminación de ayudas para ONG a migrantes. Efe

Mucha agua ha atravesado el mismo Puente Mayor que ambos cruzamos casi a diario desde que, más de un decenio atrás, me correspondió, en el marco de una actividad organizada en su propia sede por Izquierda Unida, introducir -aportar calor a los fríos datos estadísticos, apostillé entonces- la presentación del informe de la Fundación FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en España que mi vecino Goyo habría de efectuar.

Se establece la relación. De un lado, FOESSA, Cáritas, la Iglesia; del otro, parte de la izquierda organizada de aquel entonces. Anatema para algunas personas. Relación de simbiontes para otras que, en la opción preferencial de la una, en el propósito connatural de las otras, encuentran, en un terreno colmado de carencias, un espacio de encuentro para, si no saciar, al menos mitigar hambres, sedes e intemperies de dignidad y justicia.

De repente, Cáritas, en Burgos, se plantó ante aquellos que, aunque fuera en el culo de otros, se muestran deseosos de patear a los desfavorecidos. No duden: quien pretende excluir al último, de conseguirlo, mostrará idéntica intención con el nuevo último.

La izquierda -esa izquierda un tanto anonadada que se percibe élite, que mira por encima (cosa fea, por más que uno pretenda tener la razón, ya que aleja de la persona mirada) al que considera inculto, tosco, antiguo…, esa izquierda que no aparece cuando se la requiere y se sorprende después cuando es despreciada como se desprecia a la élite cuando se sufre- aplaude sorprendida, desconociendo en muchos casos que en parroquias de barrios periféricos, en redes como Íncola, huyen de la pompa para ofrecer el amparo desde el que los más débiles pueden forjar su dignidad, pueden esquivar una miseria que cuando dentellea genera miserables.

A poco que uno alce la vista se hace consciente del peligro excluyente de los tiempos venideros. Me viene a la cabeza  otro vecino, Andrés, quien, refiriéndose a los tiempos de la clandestinidad, recordaba un chascarrillo que trasteaba con palabras de Bergamín: “Con los cristianos hasta la muerte, pero ni un paso más”.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 19-11-2024

sábado, 16 de noviembre de 2024

UN OPORTUNO PRIVILEGIO, GRACIAS

A mediados del convulso, muy convulso, siglo XIX, para variar con un pelín de retraso en España, una serie de cambios empezaban a modificar el paisaje político, social, económico e intelectual. Y también el natural, por supuesto. Desde tiempo atrás, se apuntaban transformaciones del modo de observar la realidad, de los instrumentos que posibilitaban la fabricación o el comercio. Con la máquina de vapor de Watt, la evolución aceleró de forma tal que el mundo ¬–en principio nuestra parte del mundo- se mostraba irreconocible para los ojos que unos decenios antes lo habían observado. Aquella Primera Revolución Industrial había abierto la mayor secuencia transformadora de la humanidad. Si cualquier residente del XIX hubiera lanzado la vista atrás, reconocería el mundo de sus padres, el de los padres de sus padres, el de los padres de los padres… Supondría que en unas generaciones el mismo mundo sería diferente, pero reconocible. Ni las prodigiosas imaginaciones de Verne o Wells pudieron aventurar el desarrollo desencadenado. Atisbaron pero se quedaron muy cortos. El británico, supongo que horrorizado, un año antes de su muerte pudo comprobar que la realidad en Hiroshima y Nagasaki superaba amplísimamente cualquiera de sus ficciones.

lunes, 11 de noviembre de 2024

UN NUEVO CLAVO ARDIENDO

El pasado nueve, el mismo día en que la mujer referida por Cecilia en su célebre canción recibía un anónimo ramito de violetas, un personaje de la viñeta diaria de nuestro Sansón exponía su meditación: «en este negocio nuestro de los bulos, yo siempre he preferido dirigirme a la gente más desconfiada, porque se lo cree todo». Al fin, las personas que padecen hipertrofia de la suspicacia, al recelar –con razón– de la versión oficial requieren una redacción alternativa que, por un lado, satisfaga su demanda y, por otro, confirme sus conjeturas. Claro, no siempre es cierta la narración adversa a una falsaria.

martes, 5 de noviembre de 2024

TODO TIEMBLA

La realidad se empeña en mostrarnos la fragilidad humana. Las guerras, las guerras de las que se tiene noticia, acechan a los hogares confortables. Cuando estos renglones vean luz, se estarán abriendo unas urnas, las de los EE.UU., a las que no podemos acercarnos, pero que nos competen. Decidirán también sobre nosotros, sobre vidas ajenas a los electores. Asumimos la naturaleza del poder, la vulnerabilidad ante las embestidas de otros humanos. Mientras, más fuerte, más cerca, sacuden los topetazos de la naturaleza. René Goscinny, por medio de los personajes de ‘Astérix el Galo’, nos retrotrae al único miedo cerval de las culturas de la antigüedad, a ‘que el cielo caiga sobre nuestras cabezas’. Los avances técnicos, los desarrollos sociopolíticos -en esta parte del mundo, ya digo- alejaron esos temores. Por eso cuando el cielo sacude con tal virulencia nos descoloca más, porque perdimos el pánico al poder de la naturaleza, porque a posteriori asimilamos que pudo ser menos.