miércoles, 16 de junio de 2021

GUIRNALDAS EN EL PUEBLO

Un siglo es un siglo y el del nacimiento de Berlanga hay que celebrarlo, que está por ver si verá la luz otro ser capaz de sacarnos, a la vez y en tal dimensión, tantas sonrisas como lágrimas. Y qué mejor que recrear una escena digna del director valenciano. Faltó algún detallito, no sé, un tropezón de uno de los dos protagonistas o la incorporación de un tercero que, sin ton ni son, hubiera metido cualquier cuña improcedente en la conversación. Habría, eso sí, que haber modificado el estribillo de la canción de fondo de la secuencia original quitando lo del ‘recibir con alegría’ para dejarlo en un “americano, acudimos en vuestra busca”. Más que nada porque esta vez ellos no venían y, así las cosas, la montaña Sánchez tuvo que caminar en pos de un encontronazo con el Mahoma Biden.

En verdad, no me hace ninguna gracia. Ni la escena, ni la necesidad de parecer amigo del baladrón de clase. Suena a la asunción de un modo de vida servil. Tampoco encuentro la gracia en ridiculizar el intento por el hecho de no haber conseguido una foto de postín; supone, en realidad, un afán mezquino de erosión de uno mismo. Quiero tanto a España que, recalcando su insignificancia, la hiero públicamente para tener más opciones de quedármela. Dejando claro que su deseo no es la búsqueda de más dignidad, sino el de esforzarse por reír las gracias al primo de Zumosol aunque ello te convierta en cómplice de centenares de miles de muertos o te obligue a decir que existe las armas que no existen. Porque no veo yo que su crítica a la insignificancia del encuentro haya sido por no poder decir al presidente de los EEUU que su decisión al respecto del Sahara es una tropelía. Interesada, por supuesto. Aunque dañe a España, qué más da. Os recibiremos con alegría.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 16-06-2021

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