lunes, 29 de septiembre de 2008

SEXO POR COMPASIÓN

Si un juglar del medievo hubiera tenido que relatar un partido de fútbol cantándolo de plaza en plaza con la estructura de un cuento clásico, habría asociado la portería, cuando el partido comienza, a una doncella de virgo presente. Contado de esta manera, el portero sería el hermano mayor preocupado en exclusiva de mantener el honor de la familia. La defensa se asimilaría al ejército que resguarda al noble en su castillo. El centro del campo estaría compuesto mitad por poetas de verso fácil y mitad por guerreros que actúan en vanguardia y la delantera aunaría la elegancia de los galanes con la belicosidad de los conquistadores dispuestos a derribar los muros del castillo del valle aledaño en el que otra doncella es custodiada en otro castillo.

Con este formato, el FC Barcelona sería un colectivo de seductores que busca la felicidad en sus intentos de conquista sin impedir a los galanes rivales que se acerquen a su princesa, pudiendo ésta ser camelada por el primero que se lo proponga.
El Real Madrid estaría formado por guerreros que secuestrarían inmisericordemente a la doncella rival. Poco preocupados de defender su castillo, pues saben que el daño que reciban será vengado multiplicado por tres. Confían tanto en el ardor que desarrollan en la batalla que actúan sin ningún rigor estratégico. Son conscientes de que su carácter bravo arredra de tal forma que paraliza al otro contendiente y de que pueden dormitar porque con algun arreón consiguen su propósito.
El Real Valladolid, lejos de proteger a su doncella, menoscaba su defensa para regocijo del adversario. Galanes, hasta ahora poco duchos en las artes de la conquista,se desenvuelven con más destreza que Paul Newman cuando de seducir se trata. Así aconteció el domingo pasado y así ha vuelto a ocurrir éste. El Málaga C.F. no había marcado gol alguno en los cuatro partidos que había disputado esta temporada. Arrancaba el partido de ayer con sólo nueve disparos a la puerta contraria como bagaje. En estas condiciones esperábamos que la portería que defendía Asenjo acabase el partido inmaculada y que los delanteros morados irrumpiesen alguna vez en los aposentos de la doncella rival.
Pues bien, lejos ya de atavismos medievales, si la liga española fuese el pequeño pueblo en el que se desarrolla la película de Laura Mañá ‘Sexo por compasión’, al Real Valladolid le correspondería el papel de Dolores, Aquella mujer que protagonizaba la película y que un día descubrió el placer en entregárselo a los demás. Tan abundante en carnes como en generosidad, Dolores transforma lo que a ojos del vecindario de su microcosmos rural era un pecado, en un gesto de solidaridad con cada paisano. Tras cada visita, el equipo pucelano hace feliz al anfitrión que, por una noche, duerme caliente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario