martes, 8 de abril de 2025

UNA HORA ANTES

 


Foto: Alberto Mingueza

Cada lunes que me corresponde enviar artículo, me enfrento sistemáticamente al límite del último minuto. En esta ocasión, también. Eso sí, a la manera de las noches primaverales de cambio de hora, he adelantado, mentalmente en este caso, el reloj con el fin de rubricar estas palabras con tiempo para acudir puntual a la prueba médica prescrita. Una de las caras, una cuenta pendiente que mantengo con ustedes. Escucho, leo, cálculos a vuelapluma sugiriendo que trabajamos gratis hasta mayo/junio debido a que los ingresos anuales obtenidos en ese tramo acaban en la saca recaudatoria de Hacienda. Remuevo mis números, también a grosso modo, y concluyo con que no podría pagar ni juntando los ingresos totales de un lustro lo recibido de la Sanidad Pública alguno de estos años.

¿Que se producen gastos innecesarios? Seguro. ¿Que las cañerías pierden agua de ineficacia? Sin duda. ¿Que existen albañales indebidos, vaporizaciones interesadas? Indudable. Incluso se puede añadir que la calidad de los servicios públicos tiene margen de mejora; que, aun así, en medio de la complacencia, un tercio de los menores en España camina por las playas del mar de la pobreza. Ahí, en esos puntos, entiendo se debe apuntalar el debate. No vaya a ser que, enrabietados, saquemos el tapón de la bañera y, si me permiten, se nos cuele el niño por el desagüe.      

Escribo esto ahora por mi prueba, sí, pero, sobre todo, inducido por la sensación de que en el frontispicio del debate global que nos atañe se escriben las palabras del Secretario de Estado norteamericano Mario Rubio: “comprendo que haya políticas internas, tras décadas de construcción de vastas redes de seguridad social que quizá no quieran desprenderse de eso e invertir más en seguridad nacional”. Comprendo, pero. Ya saben. Quizá parte del ‘desencuentro’ trumpista con Europa surge por la voluntad de socavar un modelo social proteccionista que se ha mostrado viable. No le molesta Europa, sino su sistema. Exigir más gasto militar pretende obligar a la renuncia. Claro, no son pocos los interesados de aquí que, amparados en la propuesta, escudándose en el ‘yo no quería, pero…’, afilan el colmillo. 

Publicado en El Norte de Castilla el 8-4-2025

 


 

 

 

 

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