jueves, 30 de enero de 2014

A LA DERECHA DEL PISUERGA


El carpintero pulía el listón con la garlopa, cuando observó que en el poyo de la ventana del taller se había posado un cuervo. El hombre frunció el ceño, se irguió, apuntó  y con un certero garlopazo dejó al cuervo patas arriba mientras poco más de media docena de plumas flotaban sobre el cadáver. Su hijo, presente como cada tarde en el taller, le reprendió: Papá, ¿por qué has hecho eso? El padre, que había recuperado su habitual sonrisa tras el ajusticiamiento del ave, puso el brazo sobre el hombro del chiquillo y con un tonillo enigmático le respondió: Mira hijo, sabiendo lo que fue capaz de hacer una paloma ¿qué no podría hacerme un cuervo?

El Papa Francisco, que aunque haya tomado el nombre del pobre de Asís, no tiene la misma relación con la naturaleza, debió sufrir un humano arrebato y puso en solfa aquel verso  del santo: Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas. San Francisco fue capaz de aplacar la ferocidad del lobo de Gubbio con una sola señal, el Papa, sin embargo, vio como su metáfora fue derrotada por otra metáfora de mayor calado. El obispo de Roma había soltado un par de palomas simbolizando el ansia de paz. Mientras estas empezaban su primer vuelo en libertad oyeron al Pontífice decir: “Espero que se desarrolle un diálogo constructivo”. Inmediatamente un cuervo y una gaviota acudieron al encuentro, desoyeron al Papa y desplumaron las palomas. Seguro que a Francisco le rondaron otros versos por la cabeza, los que cantara Violeta Parra: Que dirá el Santo Padre/ que vive en Roma/ que le están degollando/ a sus palomas. ¿Qué diré? se preguntaría. 

Cuervos y gaviotas trabajando a la par, no son pocas las veces que hemos usado estos bichejos para explicar la situación en la que nos encontramos. Los cuervos simbolizan la avaricia del poder económico, las gaviotas son el icono elegido por el partido gobernante. Un partido que aterrizará en Valladolid este fin de semana para celebrar su Congreso. La capital pucelana acogerá un buen número de ellas, pero no a todas. Parece que parte de las gaviotas del grupo se han desvinculado buscando más el centro y otras buscando el centro del centro. Pero no, en el centro solo hay palomas, la reunión será en la margen derecha del Pisuerga y los que se van es porque esa derecha les parece poca. 

Publicado en "El Norte de Castilla" el 30-01-2014

1 comentario:

  1. Pobres cuervos, solamente porque sacan ojos ya tienen que ser malos. Es el ciclo de la vida ¿para que queremos los ojos después de muertos? Otra cosa es que no sepan diferenciar inconsciente de muerto. Y todo es porque son negros. Melanofobia podría llamarse y debe ser tan antigua como la humanidad. O nictofobia.
    Son como gatos alados.

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