Un hombre corría a buen ritmo por medio de la sabana cargando con un yunque que malamente podía sostener con las dos manos. Había comenzado la travesía tiempo atrás con paso ligero; pero, pasado un tiempo, notó que las piernas le flaqueaban, sintió cómo los brazos se le entumecían y cómo el oxígeno ya no fluía. Decidió sentarse un ratito para recuperar el aliento, eso sí, en ningún momento soltó el yunque tal que le fuese la vida en ello. Acertó en ese momento a pasar por allí otro caminante que se percató de la situación de nuestro protagonista y se acercó para interesarse por su estado. Al comprobar que el mal de aquel hombre no era más que el padecimiento propio del cansancio, respiró aliviado, se sentó a su lado y ambos entablaron una distendida conversación. Al poco, el recién llegado se percató de la presencia del yunque y, sorprendido, como no podía ser de otra manera, le preguntó cuál era el motivo de transportar tan pesada carga.
- «Lo llevo para defenderme de los leones». Respondió con un gesto que mostraba una absoluta seguridad en la bondad de la decisión que había tomado.
- «¿Cómo puede uno defenderse de los leones cargando con un yunque?». Volvió a preguntarle.
- «Yo voy corriendo con el yunque, pero si veo que vienen los leones lo arrojo al suelo y así puedo correr más».
Es de imaginar la cara que se le quedó al hombre que se acercó para ayudar. No muy distinta a la de cualquier aficionado del Real Valladolid cuando, a lo largo de la semana que acaba de concluir, pudo escuchar voces que provenían de todos los estamentos del club que decían que se ganarán los siete partidos que quedaban para finalizar la fase regular y ‘se ascenderá sin ningún género de dudas’. Ahora, tras el triunfo ante el Leganés, ya son seis los pasos pendientes, pero a uno le asaltan las dudas: ¿De dónde parte tanta seguridad para plantearse como real la posibilidad de conseguir lo que a lo largo del curso no ha sido posible? ¿Ha habido que esperar hasta este momento para lanzar el yunque y poder correr más? De ser así ¿Cuál era ese yunque que ha impedido poder mantener un ritmo más ligero y constante? Me gustaría compartir esa visión de un futuro halagüeño, pero esa alineación astral me parece improbable, más que nada porque no solo es necesario correr más (metafóricamente), es imprescindible que los leones corran menos. Esas andanadas verbales no son más que cortafuegos para contrarrestar un proceso de desilusión, la simple necesidad de vender humo. Asumiendo como quimérica la quimérica posibilidad del ascenso directo, podremos digerir antes la desilusión y cargar pilas para afrontar la promoción con más posibilidades. No vaya a ser que, por postergar las lágrimas, estas nos cieguen en el momento más inoportuno.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 04-05-2015
Pues si. Tampoco es tan difícil un poco de la sinceridad del explorador ese del artículo anterior. "Vamos a salir a ganar todos los partidos que quedan de liga (faltaría más). Pero es que los otros también salen a ganar. Así que no sabemos lo que va a pasar. Cualquier cosa es posible"
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