martes, 11 de febrero de 2025

LA CONQUISTA DEL ESTE

Donald Trump. Reuters

De repente, la historia parece acelerarse; desde una imperante quietud -eso sí, con brotes malsanos, no vayamos a creer que hasta el advenimiento a la presidencia imperial del disruptivo Trump habitábamos, sin barbaries, tropelías e iniquidades, en un planeta apaciblemente gerenciado-, desde una séptica calma escrita con renglones predecibles, nos precipitamos a un escenario en el que ignoramos el personaje asignado, en el que desconocemos el texto que nos corresponde declamar.

En la periférica Europa de la que España es periferia, pasma el desempeño del presidente norteamericano como si su comportamiento no respondiese a su pauta, como si lo que esbozara una vez ha sido ungido, se alejase de lo previamente propuesto. La reflexión pertinente -ya, al menos allí, tardía-, más que en revelar el estupor por lo que acontece, habrá de desandar el camino para indagar en el recorrido que nos ha trasladado a este punto. 

En la aceleración, sorprende -y sorprende que sorprenda- la dirección que se marca, los derroteros que se imponen. El apunte más sonoro, de momento, indica que los palestinos habrán de abandonar el ya de por sí exiguo territorio en el que se apilaban. No es más que la repetición de los hechos históricos que ya anunciaba Hegel. Por un lado, el Derecho Internacional prohíbe expresamente “el traslado forzoso de personas desde un territorio ocupado”, pero las instituciones internacionales se derrumban, ¿quién hace caso de tratados y convenciones? Ni es el primer desplazamiento, ni será el último. Por otro, se anexionan territorios eludiendo –tomemos el verbo ‘eludir’ como eufemismo- la presencia de pobladores. De existir cine, dentro de unos decenios se creará un nuevo género que abordará esta conquista del este con la que convencerán a generaciones futuras de que estos nuevos ‘indios’ merecían la extinción. Marx, Karl en este caso, en ‘El dieciocho brumario de Luis Bonaparte’ apostilló a Hegel: “Se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa”. Pero ojo, los palestinos nada tienen que ver con aquellos indígenas incautos. La cosa va para largo y nos pone a todos en peligro.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 11-02-2025


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