Fue
el momento en que el CB se quiso hacer grande y puso para ello el mejor
de los pilares: Arvydas Sabonis, junto a él fueron llegó Homicius al
que luego sustituyó Tikhonenko. Tres años duró el intento, un trienio en
el que, con Javier Casero al frente de la nave, el CB Valladolid
consiguió un sexto, un séptimo y un octavo puesto con unas excelentes
actuaciones de Reyes, hasta el punto de encontrar plaza en la selección
española en la que jugó ocho veces. Miguel Ángel lo quita valor ‘en
realidad jugué porque (el seleccionador Antonio) Díaz Miguel se aburría,
antes de que acabasen las eliminatorias finales llamaba a una selección
B y se pasaba el día entrenando.
Pero
la realidad volvía a imponerse a las expectativas, Sabonis fue a Madrid
y la plantilla se desmanteló. Miguel Ángel volvió a la capital pacense.
‘La oferta económica era muy buena y podía volver a casa ‘pero el
regreso no fue, al menos al principio, como lo hubiera deseado, fue el
peor año de mi carrera’. Estuvo allí dos años más, en el primero de
ellos consiguieron un hito en la historia del deporte cacereño, acabar
en el quinto lugar de la clasificación. En Cáceres comenzó a jugar de
tres (alero alto) siguiendo la estela de Andrés Jiménez ‘ahí te das
cuenta de que estás entre tres y cuarto y cuatro menos diez, te falta
cuerpo para ser un cuatro pero no tienes la destreza para ser un tres’.
De Cáceres fue a Vitoria, a un Tau que empezaba a ser lo que es.
Consiguió una Recopa de Europa (por mor de los enfrentamientos entre la
FIBA y la ULEB ese año se denominó Copa de Europa). En aquel equipo
lanzaba sus primeros tiros a canasta un barbilampiño Jorge Garbajosa.
Sin
salir del norte fue a Torrelavega, al Caja Cantabria. Se salvaron por
un punto de disputar el play-off por evitar el descenso pero ‘desde el
punto de vista deportivo fue mi mejor año’. El entrenador de ese año fue
un antiguo compañero en el Forum: Quino Salvo. Nueva escala en
Valladolid bajo el manto de Gustavo Aranzana. Terminada la temporada
99-00, Miguel Ángel emprende su última aventura, esta vez sus maletas
viajaron a León. El año empezó muy bien pero, a partir de una gripe no
volvió a ser el mismo ‘tenía molestias contínuas y estaba cansado y
cascado’. Lo dejó en este punto. Cierto es que jugó un mes más, fue en
Salamanca y por un compromiso adquirido.
Hoy,
después de trabajar tres años en el campo de las inversiones
artísticas, es el responsable comercial en Castilla y León y Cantabria
del Biotecnology Institut, una empresa que ofrece sistemas de implantes
dentales. El gusanillo del baloncesto lo mata jugando algún torneo de
veteranos. Junto con Mike Hansen y Mateu, pretenden crear un equipo de
veteranos del CB Valladolid.
Muchos
kilómetros, tantos que, ante la falta de raíces físicas, tuvo un
asiento más humano: se enamoró muy joven y Cuca, su mujer, le ha
acompañado en todas estas plazas ‘a cambio ahora vivimos en su ciudad,
en Palencia, me gusta porque es muy tranquila, me recuerda a Cáceres y
estamos a un paso de Valladolid’.
‘Tenemos
tres hijos, Alejandro tiene dieciséis años, Álvaro trece y el Alonso
seis’. Los dos primeros juegan al Baloncesto, el mayor ha estado esta
temporada en el equipo Junior del Baloncesto Valladolid y está muy
ilusionado porque hará la pretemporada en el primer equipo con Porfi
Fisac. Su hermano juega el infantil de CB Palencia y el pequeño, de
momento, da guerra en casa.
La descendencia de los Reyes de la estirpe de Miguel Ángel parece asegurada. Tendrán que seguir preparando maletas.
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