jueves, 15 de mayo de 2014

EL HUESO Y EL CALDO

Muchas de las películas de John Ford entran dentro de la categoría de westerns, pero si hay algo que las ha convertido en obras de arte imperecederas es que el viejo Oeste no era más que un decorado, una excusa para acercarse a lo que de verdad le importaba: el ser humano expuesto a situaciones límite en un medio hostil. ‘El hombre que mató a Liberty Valance’, por ejemplo, bien pudo haber sido ideada como una película de romanos o ‘La diligencia’ como una road movie ambientada en los años cuarenta, esencialmente hubieran sido las mismas. Los valientes se hubieran seguido comportando como valientes y los cobardes como cobardes; quien tiene el poder hubiera utilizado las mismas estrategias y quienes no lo tienen se habrían aferrado a las mismas emociones. Al fin y al cabo, es muy poco lo que cambia en la historia de la humanidad salvo el decorado que va evolucionando.
El asesinato de Isabel Carrasco el pasado martes en León podría haber servido como punto de partida para un guion del maestro Ford. Un asesinato que enseguida se etiquetó como un crimen político, pero nada más lejos de la realidad. Para que un crimen pueda ser denominado así deberían haber concurrido causas políticas y estas no aparecen por ningún lado, la política es aquí tan tangencial como los cactus en las películas de Ford. El dedo que apretó el gatillo fue movido por pulsiones estricta y perversamente humanas. Si Isabel Carrasco hubiera sido la directora de una fábrica de medicamentos, pongo por caso, la escena del asesinato hubiera sido idéntica y nadie diría que se trata de un asesinato por razones  farmacéuticas.
Lo que sí se puede calificar como políticas han sido buena parte de las reacciones que –insisto: el poder utiliza siempre las mismas estrategias- se amparan en los hechos para dar una vuelta de tuerca más en el intento de criminalización de cualquier tipo de disidencia. Todo hueso parece bueno si hace buen caldo. Pretender relacionar el asesinato de Isabel Carrasco con las protestas de algunos colectivos sociales es, simplemente, miserable. Si hay alguna característica que pueda definir la protesta social en esta España con seis millones de parados es, precisamente, su civismo. Un civismo que, a tenor de algunas palabras, parece molestar. 

Publicado en "El Norte de Castilla" el 15-05-2014

3 comentarios:

  1. En que medio se ha publicado y quien firma el articulo que aparece en la foto? Parece que estuviera dando ideas.

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  2. ''Si hay alguna característica que pueda definir la protesta social en esta España con seis millones de parados es, precisamente, su civismo. Un civismo que, a tenor de algunas palabras, parece molestar. ''

    Y que contrasta, por otro lado, con la actitud incívica de nuestra obscena clase política.

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  3. El artículo de la foto es de 'el mundo'.

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