martes, 21 de mayo de 2024

SIN CASA, SIN CASTILLO

Los datos reproducen lo que los ojos nos muestran, lo que los oídos se hartan de escuchar. La Encuesta Financiera de las Familias que efectúa el Banco de España corrobora la evidencia: en un decenio, el número de menores de treinta y cinco años con vivienda en propiedad se ha reducido a la mitad. A partir del apunte, se especula sobre causas –la dificultad de acceso al mercado inmobiliario deviene de las decrecientes rentas disponibles por los jóvenes, esta situación deriva de la sucesión pandemia/guerra en Ucrania, generación frustrada ante la falta de expectativas…- y consecuencias –descenso de la natalidad, mayor frustración aún porque las expectativas disminuyen…-. Por contra, la encuesta apunta que, en las generaciones precedentes, el porcentaje de propietarios de vivienda ronda el 80%. Eso sí, valor que declina en obvia relación con los ingresos. La brecha no es básicamente generacional.

Pienso en mí, pero no soy un ejemplo: ni tengo piso ni queja de casero, el haberme cruzado con Julio me ayudó a levantar las veces que caía. Pienso en mi hijo y no le veo ni con prisa ni con plan. Leo, escucho, generalizo, dudo. Tal vez el hecho, el descenso de jóvenes que adquieren una vivienda, no dimane estrictamente de una cuestión de rentas, quizá un fenómeno cultural, un cambio de visión, el rechazo de determinados apegos, se esconda detrás. Siquiera de soslayo, comento estos devaneos con un amigo, Carlos. No le convencen. Lo del cambio cultural -me refuta- forma parte de una narración interesada, una píldora prescrita para digerir mansamente la realidad; dale una vuelta.

Se la doy. Recuerdo, perdón, a Marx: “No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”. Vaya, que el cambio cultural proviene de la frustración, no genera la decisión de no comprar. Una apostilla: ojito con las derivas del desencanto -más miedo que perspectiva, más emoción que razón- de las generaciones que se incorporan a la adultez.  


Publicado en "El Norte de Castilla" el 21-05-2024

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