martes, 10 de septiembre de 2024

UNIDOS OBEDECIENDO




Ante el riesgo de implosión resultante de las vueltas y revueltas gestadas tras los acuerdos de “la parte contratante de la primera parte” entre el PSC y ERC, el surtido de respuestas internas de “las partes contratantes de las segundas partes” y la centrípeta presión externa de “la capitalina parte contratante que es a la vez todas las partes”, Pedro Sánchez ha tomado dos decisiones, más tácticas que estratégicas, para robustecer la desmadejada situación, la suya y la del gobierno que preside.

La elevación de Óscar López al cargo de ministro entraña la voluntad -y por tanto implica la asunción de la necesidad- de rodearse de perfiles más aguerridos que técnicos, de requerir apoyos personales más prestos a enfangarse en el barro que dispuestos para la delineación. El signo de los tiempos. De unos abruptos tiempos globales, de unos desazonadores signos transversales. España no patrimonializa el descontento, el enfrentamiento, la polarización o el hastío simplificador con sus funestas consecuencias.

En la misma línea, ante el intestino mar de fondo, la convocatoria del Congreso Federal del PSOE, pretende acallar o al menos esconder cualquier discrepancia, apagar y no mantener vivo un debate enriquecedor, legitimar -auspiciado en los recursos de poder de la propia organización- una visión solo de parte. La traca final, un puñetazo sobre la mesa que pretenderá mostrar la fuerza a través de la unión, atestiguará lo conocido: las organizaciones políticas, no solo el PSOE, olvidando el artículo sexto de la Constitución, abandonando su tarea de participación política, se han transformado en aparatos electorales al servicio de quien se erige en, ¡ay!, líder.

La aspiración de contar con partidos vivos, abiertos, con capacidad para aglutinar matices, armonizar divergencias, propiciar debates, cría malvas. La unidad, revestida con el uniforme de la homogeneidad, se trocó eufemismo del silencio bajo riesgo de destierro o abandono. La milonga hizo pie: unidos… obedeciendo.

En paralelo, desaparecen los contraejemplos: en la izquierda estatal, donde se pretendió –aunque quizá solo de palabra- tal coexistencia, se reparten, como canta Monóxido, ‘más hostias que en Pedrajas’.

 Publicado en "El Norte de Castilla" el 10-09-2024

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