martes, 3 de abril de 2001

ALCALDE PALETO

Escribí la semana pasada que los duelos entre selecciones nacionales afirmaban al troglodita que llevamos dentro. La tesis se amplía. En algunos enfrentamientos entre clubes el virus también afecta. Reafirmamos el “valor” de nuestro lugar de origen y lo trasladamos a una pista despreciando al rival deportivo y a sus seguidores como representantes de otro “valor” que, al no ser el nuestro, consideramos inferior. Las banderas de cualquier territorio, izadas con frenesí por aficionados que confunden el culo con las témporas, desentonan en un ambiente que debiera ser festivo. En este marco sólo se puede calificar como estúpido el comportamiento de unos cuantos obtusos aficionados que, por ser de León, se hinchan de fervor vejando a lo que huela a Valladolid.

Pero lo que es simplemente estúpido se trueca en alarmantemente estúpido cuando quien se deja precipitar por esa corriente de odio tribal es, precisamente, la persona que debe realizar una labor pedagógica y, así, evitar males mayores. Lo que, el alcalde, debió haber dicho, en un arranque de autocrítica, fue “León (Javier) es un paleto”. Yo añadiría peligroso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario