De repente, el azar acarició a Juan Pérez, un pobre pobre cuyo hogar se ubicaba en el justo punto «donde me caiga la noche». En una de tantas, el crepúsculo le cayó en un lujoso edificio financiero. Allí, escondido de cualquier ojo que le pudiera avistar, quien dice avistar dice darle una patada que le arrojase a la calle, las vicisitudes se confabularon para lograr que el bueno de Pérez se tropezase con la fortuna. Podría al fin consumar el anhelo que dirigía los pasos de sus sueños:brindar a su amada Rosita «un carro, una casa y una familia» y poder gritar a los cuatro vientos que morábamos en 'Un mundo maravilloso', el título de esta película mexicana de 2006 dirigida por Luis Estrada.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
jueves, 29 de agosto de 2024
martes, 27 de agosto de 2024
LAS COSAS SUCEDIERON ASÍ
Alcé la vista y contemplé una
presencia idéntica, un perfil calcado, un rostro remedado, una melena
tenuemente más oscura, a varias de las imágenes apiladas en mi recuerdo:
treinta y cinco años después me topé con la silueta de E. frisando la veintena apostada
en la barra del bar del pueblo. Me acordé de Alfredo, el proyeccionista de
‘Cinema Paradiso’, empeñado en convencer a Totó de que huyera de su tierra sin
volver la vista atrás a riesgo de, como Edith, la mujer de Lot, convertirse en
estatua de sal: “no regreses, no te dejes engañar por la nostalgia”, “has de
ausentarte mucho tiempo para encontrar a tu vuelta a tu gente, la tierra donde
naciste”. Alfredo, desolado, resignado, se lamenta, “supongo que tenía que ser
así”, de forma similar a Delibes en el comienzo de ‘El camino’: “Las cosas
podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así”.
A Daniel, el Mochuelo, también lo largaron a la ciudad en busca del progreso, sea
eso lo que sea, que seguro no se encontraba en ser quesero como su padre.
domingo, 25 de agosto de 2024
EL ESCAPARATE DE PON Y QUITA
Suelo fiarme de mi memoria; pero, existe el riesgo de ser traicionado por el exceso de crédito que la otorgo y la certeza de que la distancia temporal, sin percatarme, difumina el contorno de la realidad hasta desdibujármela. Marina García, pudiendo no apellidarse García, ejercía (¿ejerce?) de profesora de Lengua y Literatura en el vallisoletano IES Emilio Ferrari cuando mi hijo se contaba en el alumnado del centro. Poetisa ella como lo fuera el ilustre epónimo del instituto, en una de sus composiciones, por más que entrecomille no garantizo la literalidad, escribió: «Por cada sorbo de realidad con el que nos atrevemos, alguien antes se ha emborrachado de utopía». Aventurar la posibilidad siquiera de un triunfo del Pucela en el Bernabéu resuena, en cualquier unidad de medida en que se compare, como el eco de un delirio. Pero antes ocurrió: si allí mismo, en alguna ocasión, los blanquivioleta se bebieron puntos, ¿por qué esta no iba a ser? No es incompatible la utopía con la sustantividad. Yerran quienes, confundiéndola con 'inopia', la sitúan al comienzo del camino y reflexionan desde un 'debería ser' incompatible con la realidad del 'es'. Como aclara Eduardo Galeano, la utopía, «Está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar». Para caminar desde la realidad, desde la asunción de que la senda es agreste y corresponde resguardarse cuando amenaza aluvión.
martes, 20 de agosto de 2024
TODO CAMBIA MENOS TU AMOR
Tenía razón Gardel cuando en su 'Volver' apuntaba «que es un soplo la vida»; ciertamente, cuando «las nieves del tiempo platearon mi sien» comprendí que «veinte años no es nada» y, con una simple operación, asumí que, cuarenta, el doble, suman un nada de nada. Cuatro decenios, un suspiro, han transcurrido desde que el Valladolid alzara el título de la Copa de la Liga. A punto de cumplir los quince, mi cabeza andaba muy lejos de cavilaciones sobre la evanescencia de la vida. Con cincuenta y cinco, constato que demasiados detalles de entonces parece que sucedieron ayer, demasiadas imágenes se me esculpieron a perpetuidad. Una de ellas, y eso que aún Valladolid tan solo era la provincia intermedia entre la Ávila natal y la Palencia que me acogía: el fulgurante juego de Pato Yáñez, un lujo que el global y mercantilizado al límite fútbol actual imposibilita a equipos como el Pucela. Caramelos para otras bocas insaciables.
martes, 13 de agosto de 2024
REMENDANDO
Nunca es el momento o quizá nunca lo fue. Desde el 78
andamos hilvanando un modelo al que de tanto en tanto se le deshilachan las
costuras. Aquel ‘café para todos’ denominado por Manuel Clavero Arévalo,
solución equidistante entre quienes lo consideraban un suave remedo, cuando no
una burda imitación, y quienes nunca habían probado nada más allá de la
achicoria territorial, avanza a
trompicones, entre discusiones de simetrías o asimetrías, evitando caerse
mediante componendas, apaños o remiendos. Siempre quedan hilos sueltos. También
el de ‘León’, pero hoy vamos a otro asunto: el acuerdo entre ERC y el PSC, que
el encaje territorial, al final, siempre es cuestión de caja.
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