jueves, 3 de octubre de 2013

UN PALO


Los dulces, además de no amargar a nadie, aportan grandes dosis de energía al cuerpo que los ingiere. Por ello, y por su facilidad para ser transportados, nunca faltaban en el equipaje de nuestros andarines primeros antepasados. Con un poco de miel y la pulpa de la fruta tenían materia prima más que suficiente. El hallazgo de la caña de azúcar abrió una nueva era en las artes de la repostería, hasta el punto de que su nombre en latín ha llegado hasta nuestros días, canna melis, caramelo. Estas pequeñas golosinas no se fabricaron de forma industrial hasta mediados del siglo XIX, eso ocurrió, como no, en USA. El genio hispano no falta en esta pequeña historia: en 1958, Enric Bernat clavó un palo en lo ya inventado, había nacido el chupachups

Los suelos se han fregado desde que el ser humano dejó de dar tumbos y se sedentarizó. Durante muchos siglos, sobre todo las mujeres, hincaron las rodillas y frotaron los suelos con un paño. El genio hispano tampoco falta en este caso: sobre 1960, Manuel Jalón Corominas  clavó un palo en lo ya inventado, había nacido la fregona.  

Con estos datos constatables es fácil concluir que la idiosincrasia patria consiste en observar atentamente lo que nos rodea y clavarle un palo que aporte un valor añadido. Así, en momentos en los que la población pobre (aunque no supiera que lo era) es cada día más pobre, el español mira al frente y observa la rabia que se produce, avista la energía que puede transformar la sociedad y otea una serie de proyectos ilusionantes. Toma la rabia, la energía y la ilusión; los amasa, los moldea y los clava un palo para que no giren. Así nace el nuevo invento hispano: la resignación. Con ella podemos recibir todo lo que el poder tenga a bien sin abrir prácticamente la boca. Total, siempre que llueve escampa. De las pulmonías provocadas nada dice el refrán.  

Lo del palo es tan así que nada sorprendería si se descubriera que, una vez inventada la rueda, la idea de clavar un palo que se llamase eje fuera de algún lúcido celtíbero. Al fin y al cabo, las ruedas con los ejes son la base para seguir aguantando carros y carretas.

Publicado en "El Norte de Castilla" el 03-10-2013

1 comentario:

  1. Estupendo artículo. Se lo he enseñado a una chica muy lista que sabe apreciar estas cosas y me dice que la "mierda pinchada en un palo" ahora adquiere unas dimensiones más ajustadas.

    ResponderEliminar