jueves, 3 de mayo de 2018

… Y SI PASA, SE LE SALUDA

Imagen tomada de elsaltodiario.com

Cualquiera que no sepa que Winston Churchill murió en 1965, podría creer que con aquella cita, “los Balcanes producen más historia de la que pueden consumir”, estaba haciendo referencia a la hilera de conflictos bélicos que asolaron aquel territorio de niños llamábamos Yugoslavia.  Obviamente, la sentencia es anterior. Al fin y al cabo, aquella retahíla de guerras en el mismo corazón de Europa no fue sino la continuación, ojalá el punto y final, de una historia de conflictos que, con sus altos y bajos, han marcado los días de aquellos territorios.
Viene la frase a cuento porque, en paralelo, se suele apuntar que son envidiables los lugares del mundo que nunca son protagonistas de nada ya que, en ese transcurrir silencioso, se esconde la tranquilidad que permite un buen vivir. Sería cierto si fuese verdad, pero no lo es. De ser así, nuestra comunidad sería ese territorio en el que vivieron Adán y Eva antes de ser expulsados.

Ocurre, en realidad, que ese aparente sosiego, que esa trémula discreción, no es otra cosa que el encallamiento de unos problemas que se enquistan en el alma de una sociedad que aprende a vivir con ellos y los interioriza otorgando la misma naturalidad que si fueran fenómenos meteorológicos.   
Cualquier observador que habite fuera de estos recintos mesetarios podría llegar a la conclusión de que aquí no ocurre nada, que los días pasan siendo cada uno igual al anterior, idéntico al siguiente, que vivimos en un ‘no pasar’ cadencioso que apenas produce historia para digerir.  Mas no es así. Pasan cosas; no muchas, pero algunas pasan. El problema es que, a fuerza de callar, hemos conseguido aparentar que no existimos.
Sabemos que, escándalo, Cataluña abrió ‘embajadas’ por el mundo. Un gasto estéril, innecesario, a beneficio de una causa y de unos pocos. Castilla y León, a su modo, abrió las suyas. Casi ni una referencia en los medios de allende las montañas. Sabemos de refriegas policiales en otros territorios, de abusos de poder en otros lugares. En Valladolid un juez, sin esperar a que concluyesen las declaraciones previstas, absuelve a tres personas que habían sido acusadas de agredir a unos policías el día que a orillas del Pisuerga el PP celebraba una convención. Silencio estruendoso puertas afuera. 
Y es que aquí -algo de culpa tendremos los que escribimos-, hemos hecho creer que no hay historia que digerir, que nunca pasa nada. Y si pasa, se le saluda. 


Publicado en "El Norte de Castilla" el 03-05-2018

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