domingo, 26 de marzo de 2017

NASTI DE PLASTI


Alucina, vecina. Para flipar en colores. Llegas crecidito, partiendo la pana por el subidón de haber ganado fuera aunque fuese de chorra y toma jeroma pastillas de goma: el Nastic te da ‘pal’ pelo. Efectiviwonder, nos las prometíamos muy felices, dábamos por cerrada la crisis, mirábamos de nuevo para arriba. Guay del Paraguay. Con la defensa de cinco, el padre Herrera parecía haber descubierto el truco del almendruco. A los pocos minutos de que el árbitro diese el OK Makey, parecían confirmarse los mejores presagios, el Pucela estaba jugando dabuten. Los de Tarragona, qué nivel, Maribel, no daban dos pases seguidos medianamente bien. Por el contrario, ver como movían el balón los centrocampistas pucelanos molaba cantidubi, el gol llamaba a la puerta, habría de llegar pronto. Y llegó, pero fue en contra. Incrédibol. Un balón cruzado sin aparente peligro, del que los defensas, el uno, el otro, maroto y el de la moto, pasan porque Becerra sale como diciendo «esta es ‘pal’ menda lerenda» pero nanay de la china, no logra atajarlo y hasta luego Lucas. El central visitante Perone se encontró con toda una portería para él y, oye, debió pensar, voy a meter la pelotita dentro. Este año, vaya usted a saber por qué, el portero local tiene más peligro que una piraña en un bidé. Demasié pal body de un público tan harto que inmediatamente lanzó un mensaje silbado al portero: «La cagaste, Burt Lancaster». Por si no tenía ya mermada su confianza el bueno de Isaac, esta semana le tocará tragar estopa porque me da que va a haber leña al mono que es de goma.

Cómo cambia el cuento, Caperucita. De la ilusión al desencanto, del ‘sí se puede’ al ‘echa el freno, Madaleno’, los viejos fantasmas mal curados de la nefanda temporada anterior volvieron a aflorar. Entre dientes se farfullaba algo como ‘si no quieres caldo, dos tazas’. En el descanso, el padre Herrera quiso dar un voltio al equipo y, ya ves truz, se acordó del tal Dragic. El serbio movió el esqueleto por la banda derecha creando algún peligro; visto lo visto algo más podría haber aportado en lo que llevamos de temporada.
Ese bullicio reanimó al Pucela que recuperó algo de alegría y supo acercar de nuevo el balón a las inmediaciones de la portería rival. En una de esas se montó un pifostio en el área. Penalti, equilicuá, oportunidad para que las cosas volvieran a su sitio. Villar, a lo suyo, pasando de la peña, se enfrasca con Michel, le dice que ¿de qué vas, biter kas?, le quita el balón y consigo mismo decide que lo lanza él. Feo gesto, pero peor después. Alucina pepinillos, marca un penalti y señala su nombre como si hubiera descubierto América. Un simple penalti, cágate lorito. Alguien debe decirle a este fitipaldi ‘que no te enteras, Contreras’, que lo llevas clarinete si pretendes ganarte el favor de alguien con reivindicaciones absurdas y besos al escudo. Es otra cosa la que se pide a un futbolista en su keli.
Con media hora por delante parecía que ahora sí que sí. Pero se confirma que al Pucela le ha mirado un tuerto. Entre cambios tácticos apuntados por el banquillo y lesiones que obligaron a jugadores a cambiar de posiciones, hubo un momento en el que los vallisoletanos transmitían más preocupación por saber dónde tenían que colocarse que por el propio desarrollo del juego. El mismo Villar, en el centro del campo, más perdido que un pulpo en un garaje, ve caer un balón, lo golpea hacia arriba y para atrás y hasta luego cocodrilo. Barreriro, el delantero tarraconense con nombre de tractor, le comió la tostada a Guitian, un saludo, ¿qué pasa, tronco?; un agradecimiento, ‘Zenquiu’; y un gol que le supo de rechupete. Qué risa, María Luisa. A partir de ahí, el Pucela remó para morir en la orilla lanzando balones a la olla, no te enrolles, Charles Boyer, evitando cualquier burocracia. Pero nasti de plasti. En fin, Serafín, ¿ganar dos veces seguidas?, ya sé quién dices pero no ha venido. En días como ayer, recuerdas que se hablaba de subir a Primera y te quedas con cara de 'qué ascenso ni qué niño muerto'. Así no nos comemos una ful de Estambúl.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 26-03-2017

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