En los tiempos actuales, los de la pandemia, se están acelerando procesos que ya se apuntaban, recortando la duración de las boqueadas. Pero también nos están recordando que, a veces, caminamos en círculo, que nada nuevo hay bajo el sol, que lo que se dio por pasado puede emerger abruptamente en el presente. El domingo se congregaron al lado de la catedral pucelana un puñado de nostálgicos del régimen anterior. Con su pan se lo coman, si no fuera por un detalle. Casualmente, en ese mismo punto se encuentra ‘El largo adiós’, el cafetín en que cuarenta años atrás un trío de ultraderechistas, con la misma parafernalia, con el ¡arriba España! como colofón para atribuirse los hechos en llamada a El Norte de Castilla, tirotearon a la clientela e hirieron de gravedad -el azar evitó una tragedia de mayor dimensión- a Jorge Simón Escribano.
Los viajes a ninguna parte, si no se mantiene ajustada la
brújula, corren el riesgo de mantenernos dando vueltas sobre el mismo
territorio, de trasladarnos una y otra vez al punto de origen. Unos pequeños
cambios pueden hacernos creer que transitamos por sitios diferentes, pero serán
los mismos readecuados.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 10-03-2021
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