Así están las cosas, ¿quién me hubiera dicho, cuando empecé a mezclar materias para componer estos textos, que en algún momento habría de recurrir a los Hombres G para describir el panorama? Pues bien, no se me ocurre frase que sintetice mejor el modelo discursivo de las fuerzas parlamentarias que aquel machacón “Has sido tú, te crees que no te he visto” que progubernamentales, antigubernamentales y diletantes de un interesado que sí que, que no que, arrojan al auditorio con la pretensión de que calen sus respectivos mensajes culpabilizadores del oponente. Trágala y sabotaje, haz y envés, dos caras de una misma forma de hacer política más basada en la narración que en el contenido.
Una serie de medidas de carácter social que afectarían a millones de personas, eventuales beneficiarias, han pasado, en su camino a la papelera, por delante de sus incrédulos ojos. Las excusas de los ‘noes’ -de parte, porque la evasiva esgrimida por los trapaceros del que sí que, que no que, no es de este mundo- se centran en que el modelo de norma presentada, el denominado decreto ómnibus, obliga a tragar perdigones con los garbanzos. “Has sido tú -le cantan a Pedro Sánchez-, te crees que no te he visto”. Pero muestran demasiado las costuras de su antinacionalismo periférico, cuando, agarrados al nacionalismo que decide desde la M-30, muestran como plomo la devolución al PNV de un edificio incautado por la Gestapo y entregado al gobierno español de la época. Muestran las costuras al contradecir medidas previas de Aznar o Rajoy o al cuestionar algo tan propio de su discurso como el regreso a su dueño anterior de lo que fue su propiedad privada estatalizada. Los ‘síes’ derrotados lloran las medidas decaídas, “Has sido tú -le replican a Feijóo-, te crees que no te he visto”, olvidando que el modelo de presentación albergaba ese riesgo. Si hubieran dado prioridad a las medidas frente al debate que la posible negativa pudiera suscitar, habrían elegido otras maneras legislativas. A lo mejor tampoco, pero la lectura habría sido clarificadora. Nadie creería que no se le ha visto.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 28-01-2025
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